Los meses de cuarentena han llevado a muchas mujeres a sentirse ‘sobre exigidas’ ya que del trasladar el trabajo de oficina a la casa y adaptarse a la modalidad ‘home office’, se sumó en muchos casos, la coordinación de tareas de escuela de los hijos, el mantenimiento del hogar y un sinfín de tareas que antes tal vez eran delegadas a otros, generando mucho cansancio al terminar cada jornada. Pero, ¿qué sucede cuando este estado es persistente y se suma además, con otros síntomas?

La respuesta puede ir más allá del ‘efecto cuarentena’ y estar hablando de una deficiencia de hierro en el propio organismo.

La deficiencia de hierro es un problema de salud cada vez más frecuente pero al que muchas personas no prestan atención suficiente, incluso hay quienes piensan que como mujer, es normal vivir con ello. Sin embargo, acudir a un médico al detectar los primeros síntomas de esta carencia, podrá prevenir futuras complicaciones como la anemia.

Desarrollar anemia por deficiencia de hierro y no tratarla adecuadamente, causará complicaciones irreversibles en la salud física y mental de una persona.

Deficiencia de hierro: ¿qué es?

El hierro es un mineral necesario para el crecimiento y desarrollo del cuerpo. Se utiliza por el organismo para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo. Cuando existe una deficiencia de este mineralñ, se puede empezar a desarrollar muchos problemas y enfermedades, principalmente la anemia ferropenia.

Las mujeres padecen este problema con mayor frecuencia que los hombres, especialmente por el embarazo, una menstruación abundante y la menopausia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta que la anemia afecta alrededor del 24% de la población en todo el mundo.

Pero, ¿cómo surge este problema? De acuerdo a lo que señalan los profesionales de la salud, la principal causa de anemia por deficiencia de hierro en mujeres es una mala alimentación, con bajo consumo de carnes, vegetales de hojas verdes y semillas.

Sin embargo, este tipo de anemia suele pasar desapercibida o los síntomas se confunden con alguna otra enfermedad.

¿Cómo ponerse en alerta?

Existen algunos síntomas que podrían estar indicando una carencia del mineral dentro del organismo. Entre ellos:

Cansancio

Dificultad para concentrarse

Mareos

Sangrado menstrual abundante y con coágulos

Caída del pelo

Uñas frágiles

Dolor de cabeza

Insomnio

Piel pálida

En algunos casos, se puede dar otro trastorno denominado ‘pica’, en el que la persona afectada tiene la necesidad de ingerir materiales extraños como arcilla, hielo o hasta tierra.

Acudir a un médico es la mejor alternativa para conocer que estos síntomas se deben a la falta de hierro. En este sentido, la prueba de ferritina podrá decir la cantidad de este mineral en el organismo.

En el caso de la mujer embarazada, se recomienda una suplementación adecuada que solo el médico autorizado puede recetar. Por lo que ante cualquiera de estos síntomas de deficiencia de hierro, lo más importante es visitar al médico ya que normalizar esta situación, podría traer consecuencias aún más graves para la salud.