Con el fin de lograr un espacio que atendiera las necesidades infantiles de los mendocinos fue que se planteó el ambicioso proyecto de un hospital con asistencia de alta complejidad en la provincia. Con este enfoque nació el hospital pediátrico Humberto Notti, de Guaymallén.

Todo comenzó con el ex nosocomio público Emilio Civit que concentraba el veinte por ciento de la demanda asistencial de Mendoza en 1930. Gracias a su trabajo epidemiológico moderno, los pediatras decidieron centralizar la atención de los niños por la propagación de los virus de la época.

Pero debido a las dimensiones del Emilio Civit, la alta concurrencia de pacientes, las modificaciones de los recorridos que debía hacer el transporte público por la zona en la que se ubicaba -entre las calles Lencinas y Padre Jorge Contreras, del Parque General San Martín, Ciudad-, la demora y complicaciones de las ambulancias para llegar a tiempo con las emergencias, fue que Jorge Faccas, médico cirujano gastroenterologico y ex director general de Atención Médica de la provincia, presentó junto a su colega el ex secretario de Salud Juan Bautista Ursomarzo un proyecto de reestructuración del sistema hospitalario.

El ambicioso plan tenía como objetivo abastecer a la población con un nuevo centro de salud que presentara una ubicación estratégica, de fácil acceso y llevara asistencia médica a una zona que no la tuviera.

“En 1977 planteamos que Mendoza necesitaba una reestructuración en el sistema hospitalario. Con el aval de todos los sectores, comenzamos a estudiar la atención sanitaria, el impacto ambiental, y las zonas sísmicas de la provincia, para idear un proyecto que cumpliera con todos los requisitos necesarios”, comenzó contando Faccas.

Jorge Faccas, médico cirujano gastroenterologico y presidente de Asismed.

El primer paso que realizó el experto y reconocido médico fue una aerofotometría de la provincia, la cual determinó en qué situación se encontraban los departamentos del Gran Mendoza. Así, se especificó que Ciudad y sus alrededores estaban cubiertos por el hospital Central, que era considerado un “gran pulmón” sanitario y de mayor prestigio de la época; Godoy Cruz era abastecido por el hospital del Carmen; Las Heras por el nosocomio Luis Carlos Lagomaggiore; y Guaymallén por ningún establecimiento.

“En esos años la burocracia no interfería en los proyectos bien planteados, con objetivos firmes, necesarios y estratégicos para la sociedad, por lo que se puedo licitar y adjudicar rápidamente la construcción del primer hospital pediátrico de Mendoza”, continuó Faccas.

Con el objetivo de que fuera el sanitario “más importante del oeste argentino”, nació en 1980 el Hospital Pediátrico de Mendoza con cuatro pabellones destinados a cirugía, asistencia médica, administración y sector farmacéutico, con sede en Bandera de Los Andes al 2603, San José.

Luego de construcciones interrumpidas, salas utilizadas para operaciones públicas y privadas, y reestructuración del proyecto planteado inicialmente, se reinauguró en 1992 con el nombre del médico Humberto Notti.

“El nombre fue elegido en reconocimiento y homenaje en vida a quien fue un profesional intachable, prestigioso, honesto, apreciado y respetado por toda la comunidad médica, el señor Humberto Notti”, mencionó Faccas.

Doctor Humberto Notti

Con un objetivo claro y una meta grande de ser el mejor centro de atención para los niños de la provincia, se amplió el establecimiento, se agregaron especialidades que no eran realizadas en ningún centro de salud público, y se buscó a los especialistas más experimentados y con mejor promedio en el campo.

Faccas señaló que la labor realizada es tan minuciosa y dedicada que “todo médico pediatra anhela trabajar en el Notti si desea ser parte de los mejores, porque sabe que ahí se va a formar y perfeccionar en todo sentido. Los mejores estuvieron, están y estarán ahí”.

El presente del “mejor del oeste argentino”

El Notti cuenta actualmente con cuatro áreas centrales de atención:

– Ambulatoria, con 51 especialidades, siendo las más destacadas y solicitadas las de cardiología, endocrinología, neurología, oftalmología y otorrinolaringología;

– Internación, con 12 sectores y 265 camas;

– Guardia, dividida en clínica, cirugía, y traumatología;

– Cirugías programadas.

La ampliación y variada cartera de servicio que ofrece el hospital lo volvió el centro pediátrico más solicitado, tanto por quienes no disponen de una obra social como por quienes la poseen.

Actualmente, asiste diariamente a casi dos mil niños, mil por turnos programados y más de 700 en el sector de Guardia.

“La visión que tenemos del hospital Notti es tener siempre presente que es el último eslabón de complejidad creciente en pacientes pediátricos. Es darle toda la energía para transformarlo en el verdadero hospital de alta complejidad, especialmente en especialidades que no tienen solución en el resto de la provincia desde que nace el pequeño”, contó que el director del nosocomio, el médico Raúl Rufeil.