Durante meses, los satélites de observación ambiental han estado capturando imágenes de cientos de incendios arrasando bosques vírgenes y otros ecosistemas vitales del planeta.

“Muchos de estos eventos, que se producen al final de una devastadora temporada de incendios, fueron provocados por agricultores que necesitan limpiar la tierra para continuar sus labores y saciar la creciente demanda mundial de soya y carne de res”, aseguran desde del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un nuevo informe elaborado conjuntamente con el Panel Internacional de Recursos.

El reporte, que llama a definir nuevas reglas comerciales amigables con el planeta, concluye que la extracción de recursos naturales puede provocar escasez de agua, acelerar el cambio climático y llevar a especies a la extinción, todo lo cual sería desastroso para la economía mundial.

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Las consecuencias económicas de la COVID-19 son solo el comienzo de lo que veríamos al colapsarse los sistemas naturales de la Tierra. Tenemos que asegurarnos de que nuestras políticas comerciales globales protejan el medio ambiente, por el bien del planeta y por la salud a largo plazo de nuestras economías”, dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

El nuevo informe, titulado Comercio sostenible de recursos, fue presentado en noviembre por la directora ejecutiva del PNUMA en una reunión de la Organización Mundial del Comercio.

De acuerdo con el reporte, 35.000 millones de toneladas de recursos materiales, desde petróleo hasta hierro y papas, se extrajeron de la tierra en 2017 específicamente con fines comerciales.

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Si bien eso ayudó a crear millones de empleos, especialmente en comunidades pobres, también tuvo un impacto profundo en el planeta. La extracción de recursos fue responsable de 90% de la pérdida de especies, 90% del estrés hídrico y 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero durante ese año.

El informe exhorta a los responsables políticos a adoptar un modelo económico circular, tomando en cuenta que se estima que la demanda de recursos naturales se duplique para 2060.