La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al nuevo coronavirus como una pandemia, tras los miles de casos de contagio detectados a nivel mundial.

Hasta este jueves, la OMS informó que se registraron 125.048 casos de coronavirus en el mundo.

A lo largo de la historia, se han presentado otras pandemias y epidemias letales que han acabado con muchas vidas humanas. Hay que aclarar que pandemia hace referencia a la propagación mundial de una enfermedad, mientras que epidemia es el aumento de casos de una enfermedad en una región o territorio determinado.

 
Gripe española (1918)

La gripe española, una enfermedad producida por el virus de la influenza A subtipo H1N1, azotó varios lugares del mundo entre 1918 y 1919. Aunque se habla mucho de su lugar de origen, diversas investigaciones aseguran que fue en Estados Unidos y que se propagó por el mundo, sobre todo a Europa, cuando tropas de ese país viajaron para combatir en la Primera Guerra Mundial.

Según la Institución Smithsonian, citado por la cadena BBC, a esta pandemia se le conoció como Gripe Española por la atención mediática que recibió en España, donde hasta el rey de la época enfermó.

Dejó un saldo aproximado de 50 millones de muertes y las víctimas principales eran “personas saludables y jóvenes, de entre 20 y 40 años”, aseguró el medio británico.

Gripe asiática (1958)

La gripe asiática, enfermedad producida por el virus de la influenza A subtipo H2N2, surgió en 1957 en China, desde donde se expandió hacia Singapur, Hong Kong, Estados Unidos y otros países.

Esta pandemia dejó alrededor de 2 millones de personas fallecidas, sobre todo asiáticas, y su rápida detección ayudó a que no fuera más mortífera: en 1958 se pudo controlar gracias a una vacuna.

Gripe de Hong Kong (1968)
La gripe de Hong Kong, del virus de la influenza A subtipo H3N2 se originó, en ese territorio asiático, en 1968. Se expandió rápidamente a otros países, pero en 1969 fue controlada con una vacuna.

Dejó un saldo de un millón de muertos y el control tan ágil que tuvo se debió a que su cepa era parecida a la Gripe Asiática y a que la medicina ya había avanzado mucho.

Sida (desde 1981)
La pandemia del sida, última etapa del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), se anunció en los años 80. Desde ese momento hasta finales del 2018, según datos de la ONU, 32 millones de personas fallecieron por enfermedades asociadas al sida.

Ha sido enorme el esfuerzo de la humanidad por erradicar este padecimiento, por lo cual cada 1 de diciembre desde 2011, y a petición de la ONU, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Esto se ha simbolizado con un lazo rojo que en ocasiones deriva a otros tonos escarlatas. La terapia antirretrovírica permite a quienes tienen el VIH seguir una vida normal y les evita llegar a la etapa del sida.

Viruela (1980)

La OMS declaró en 1980 que la viruela, enfermedad causada por el virus de la variola, había sido erradicada del mundo.

Esta pandemia fue constante a lo largo de la historia y si bien tiene similitudes con lo que conocemos como varicela, la viruela tuvo un nivel alto de letalidad. No hay un número exacto de muertes, sin embargo, muchos medios y portales especializados aseguran que se trataron de millones de vidas fulminadas.

Cólera (1991)

Los serotipos O1 y O139, de la bacteria vibrio cholerae, son agentes causantes de la enfermedad del cólera.

Según la OMS, ha habido varias pandemias de cólera y, actualmente, se está en la séptima: comenzó en el sur de Asia en 1961, llegó a África en 1971 y a América en 1991.

Por esta enfermedad, cada año, “hay en el mundo entre 1,3 y 4 millones de casos de cólera, y entre 21.000 y 143.000 fallecimientos”, informó la OMS, que aclaró que el cólera “es una enfermedad muy virulenta que puede causar una grave diarrea acuosa aguda”.

Gripe aviar (1997)

La gripe aviar A (H5N1) mató por primera vez en Hong Kong en 1997, causando la muerte de seis personas. Luego reapareció en 2003 en Asia suroriental, con un total de 282 muertes en 468 casos en 15 países (balance 2003-2009 de la OMS).

Este virus afecta principalmente a las aves, sobre todo en las aves de corral, y las infecciones en los seres humanos se deben a contactos directos con esos animales. Por lo tanto, no se puede hablar de una epidemia humana de gripe aviar, ya que la transmisión entre humanos fue mínima. El temor es una evolución del virus hacia una forma fácilmente transmisible de hombre a hombre. Balance: 400 muertos.

SRAS (2002)

El virus del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) emerge a fines de 2002 en el sur de China después de haber sido transmitido del murciélago, su “reservorio natural”, al hombre por la civeta de las palmeras enmascarada, un mamífero salvaje que se vende en los mercados del sur de China para su carne.

Ese “coronavirus” (virus en forma de corona) es terriblemente contagioso, y provoca neumonías agudas, a veces mortales. A partir de la primavera de 2003, provocó una verdadera psicosis en Asia, principalmente en China, Hong Kong y Singapur. La epidemia dejó 774 muertos de un total de 8.096 personas afectadas en una treintena de países. China y Hong Kong concentraron el 80% de las víctimas. Balance: 774 muertos.

Gripe porcina (2009)
La pandemia de la gripe porcina, ocasionada por el virus de la influenza A subtipo H1N1, afectó al mundo entero entre 2009 y 2010, y, según datos de la OMS, 18.500 personas murieron por la enfermedad.

Ébola (2013)


La epidemia del ébola, causada por el ebolavirus, se registró en África entre 2014-2016. El virus como tal fue descubierto en 1976.

Aunque se han encontrado cinco especies distintas del ebolavirus, la epidemia más reciente fue causada por la especie Zaire (Ebov), convirtiéndola en la más extensa y letal.

Durante esos años, se registraron más de 28.000 contagios y 11.000 muertes, sobre todo en países africanos, aunque la enfermedad llegó a otros continentes. Las autoridades mantienen vigilancia en varios países de África.

Las epidemias en la Argentina

La Argentina no estuvo ajena a padecer estos estragos, ya que desde su fundación, en 1580, la ciudad de Buenos Aires sufrió periódicamente devastadoras epidemias que los cronistas llamaban “pestes”, siendo el cólera, la viruela y la fiebre amarilla responsables de los hechos más trágicos en los siglos XVII y XVIII.

La viruela y el tifus fueron las epidemias que más azotaron a la población del Río de la Plata, potenciadas con el tráfico de esclavos que trajo consigo la peste bubónica y el cólera durante el siglo XVIII.

Pero la epidemia que marcó un antes y un después fue la de la fiebre amarilla en Buenos Aires (transmitida por el mosquito Aedes aegypti), especialmente en 1870 y 1871.

En una ciudad donde el número de fallecimientos diarios no llegaba a 20, hubo días en los que murieron más de 500 personas, con un total aproximado de 14.000 muertos.

La cantidad de muertes agotó la capacidad de los dos cementerios existentes (el de Recoleta y el de Parque Patricios), por lo que hubo que construir otro, en tiempo récord, hoy Cementerio de Chacarita.

La fiebre amarilla cambió la fisonomía de la Ciudad ya que para escapar del flagelo, las familias más pudientes se mudaron hacia el norte de la ciudad, dando origen a los barrios de Recoleta, Norte y Belgrano.

En 1956, se produjo la mayor epidemia de Polio en la Argentina, con 6.496 casos notificados de una enfermedad que causaba la muerte o dejaba una severa discapacidad. Aunque a mediados del siglo pasado el panorama era desalentador, la investigación científica y la aparición de la vacuna pudieron torcer el curso de esta enfermedad que se encamina a ser la segunda erradicada en el mundo luego de la viruela.