La oposición salió a criticar la misa realizada en la Basílica de Luján, Buenos Aires, organizada por el kirchnerismo en apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por la que el obispo pidió disculpas.

La celebración realizada “por la Paz y la Fraternidad de los argentinos” no contó con la presencia de ninguno de los principales referentes de Juntos por el Cambio, y se convirtió en una muestra de unidad del Frente de Todos detrás de la figura de la ex mandataria.

El kirchnerismo utilizó como escenario político el principal templo católico del país, con la presencia del presidente Alberto Fernández y funcionarios. La movida, ni bien se anunció, causó un gran malestar en la Iglesia, que dejó trascender que la misa no tenía nada que ver con su llamado a la oración.

Sin embargo, consciente de la controversia, el obispo de Mercedes-Luján, que ofició la misa, Jorge Scheinig, dijo que había recibido el pedido del intendente para celebrarla y que lo aceptó sin saber que luego tomaría una enorme envergadura. Por lo tanto, pidió disculpas por “si metí la pata”.

Scheinig comenzó su mensaje diciendo que se vive “un tiempo extremadamente delicado. La paz social está frágil y amenazada. Y somos responsables de asegurarla y cuidarla”. 

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, cuestionó el encuentro. “Me parece que el kirchnerismo se sigue equivocando, sigue planteando las cosas en términos de una facción y movimientos de un partido político, no en términos de una convocatoria al diálogo de verdad”, afirmó en diálogo con radio Rivadavia.

El radical expresó que el Gobierno debería convocar a todos los sectores políticos para establecer un diálogo en torno a los problemas estructurales del país.

Lo que ha pasado en Luján, en nombre de la unión, un encuentro de una facción, no lo comparto. Hasta parece que el obispo se arrepintió, todo mal hecho”, agregó.

Además, cuestionó la “utilización política de un hecho grave, como fue el ataque a Cristina Kirchner: “El Gobierno equivoca el camino, los ámbitos y termina en la utilización política de todo como el hecho grave que ocurrió con la vicepresidenta”.

En tanto, Miguel Ángel Pichetto, apuntó contra la iglesia. “Vi la misa por televisión. Me pareció otra muestra de esta Iglesia argentina sectaria y clasista. El arzobispo que dio la misma podría ser un militante del gobierno, lo secundaban curas pro montoneros y seguidores del Padre Mugica”, afirmó en diálogo con radio Mitre.

El Auditor General de la Nación también sostuvo: “Eran protomontoneros. Se dan todos los gustos. Después cantaban también los curas. La verdad patético, patético. No es una misa que convoque a la unidad de los argentinos“.

“Nunca escuchamos a la (Conferencia) Episcopal, tampoco al Papa, por supuesto, haciendo una reflexión sobre la paz, la convivencia social, y la armonía de los argentinos. Es una palabra que está faltando”, subrayó el excompañero de fórmula presidencial de Mauricio Macri en 2019.