La Confederación General del Trabajo (CGT), en medio de la interna del Frente de Todos, se distanció del presidente Alberto Fernández al decidir suspender el acto que se iba a realizar este viernes. Sin embargo, desde el Gobierno intentarán que se realice.

Para conmemorar los 48 años de la muerte de Juan Domingo Perón, Héctor Daer, uno de los jefes de la CGT, organizó un acto el 1° de julio con la presencia del mandatario. Pero luego, los sindicalistas decidieron bajarse al molestarse porque la convocatoria la hizo el Gobierno.

“No nos pueden invitar a nuestra propia casa, y menos cuando no dan respuesta a todos nuestros reclamos”, dijo a Infobae un dirigente que participó de la reunión tensa que se realizó en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).

Entre los secretarios generales de los gremios que integran la mesa chica de la CGT no pasó inadvertido que la invitación al acto del viernes les llegó desde “ceremonial de Presidencia” no desde la propia central obrera, lo que fue tomado como una intervención desprolija de la Casa Rosada.

A su vez, en ese encuentro hubo quejas hacia Daer porque no consultó sobre el acto con Fernández ni les contó acerca de la entrevista que el miércoles pasado tuvo en el Senado con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

Las dudas entre los sindicatos crecieron después de que se confirmara que la vicepresidenta participará de un encuentro para homenajear a Perón el próximo sábado, en Ensenada.

Desde la Casa Rosada aseguraron que el acto del viernes se realizará, aunque admitieron “desproljidades” en la forma en que se comunicó a los dirigentes gremiales. Habría negociaciones para llegar a una definición.

Con este acto, la CGT congelaría cualquier reacción callejera que se presumía contra la inflación. Si se realiza, aprovecharán la visita del Presidente para renovar su reclamo por la situación económica, pero manteniéndose alineados.