El Consejo Ejecutivo del FMI elogió ayer el comportamiento de la economía argentina en el 2005, pero instó al Gobierno nacional a que ajuste su política fiscal y monetaria para frenar las presiones inflacionarias. Esta advertencia figura en la última revisión anual de la economía argentina –conocida como Artículo IV–, realizada por el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI).

    La revisión, que repite las advertencias sobre la inflación que el FMI ya hizo el año pasado, se completó el 28 de julio, pero sus conclusiones fueron publicadas ayer por el organismo internacional. Los directores del Consejo Ejecutivo, que representa a los 184 países miembros del organismo, advirtieron en varias partes del documento sobre las presiones inflacionarias en Argentina.

INFLACIÓN. Según el FMI, la inflación –que para finales del 2005 fue de 12,3 por ciento– fue más producto del crecimiento de la demanda agregada que un fenómeno temporal debido a una demora en el ajuste de los precios tras la crisis del 2002. La inflación bajó a 11 por ciento para finales de junio, debido a los esfuerzos del Gobierno, en particular, por los acuerdos alcanzados con las empresas de servicios sobre los precios, y una moratoria temporal a las exportaciones de carne, observó.

    “Sin embargo, la inflación subyacente permanece en alza –el núcleo del índice de inflación es de 12,25 por ciento– y se espera que la inflación se mantenga en alrededor de 12 por ciento para finales del 2007”, indicó la revisión del FMI. Para corregir esta situación, el Consejo Ejecutivo recomendó un ajuste fiscal y monetario, de manera que se utilicen todos los instrumentos necesarios para que la economía mantenga “un crecimiento sostenido y una baja inflación”. En ese sentido, los directores consideraron que la respuesta adecuada a la inflación yace en el control del rápido crecimiento en los gastos fiscales, la subida de las tasas de interés y una mayor flexibilidad en los tipos de cambio.

BENEFICIOS TEMPORALES. Los directores calificaron los ajustes fiscales adoptados por la Argentina tras su crisis como algo “sin precedentes”, pero advirtieron que una demora en la aplicación de medidas correctivas “podría incrementar significativamente los costos económicos de la reducción de la inflación”, y tendería a dejar a la economía vulnerable a mayores problemas. La mayoría de los miembros del Consejo Ejecutivo consideró, además, que las medidas administrativas adoptadas para paliar la inflación “sólo proveen beneficios temporales” y deben ser eliminadas “cuanto antes”.

    La posición del FMI, publicada ayer en su página oficial, corresponde a la evaluación que el organismo realiza anualmente de la situación macroeconómica de todos los países que lo integran. No obstante, y pese a todas las objeciones expuestas, el organismo multilateral elogió el “fuerte desempeño de la economía argentina” y “felicitó a las autoridades por las políticas que contribuyeron a las caídas del desempleo y pobreza y la recuperación gradual del sistema bancario”. En consecuencia, el staff aconsejó que “sean levantadas lo más pronto posible, ya que reprimir los precios van a exacerbar los límites de capacidad en sectores clave y perjudicar el entorno empresarial”.