Las versiones cruzadas sobre un posible acuerdo para instalar una base naval perteneciente a China han abierto el debate sobre la soberanía y las implicaciones geopolíticas de una decisión semejante.
En un mundo que ya atraviesa un conflicto bélico que ha impactado en la economía de muchos países, y con una guerra fría entre EEUU y el gigante asiático por el comercio, la construcción de este puerto, que tendría el control del Estado asiático, permitiría, según algunas visiones, el puente entre el continente y la Antártida.
China representa más de una oportunidad en términos de comercio exterior para Argentina. Pero esto no amerita que se pueda dejar librado el territorio a estas decisiones que nos colocan en un entredicho con otras potencias.
El tablero de la política global no es inocente, y hay más de un interés, principalmente, por los recursos. Nuestro país tiene más de una oportunidad estratégica para los países más desarrollados, pero considerado más como un objetivo político no del todo claro que un intercambio equitativo entre dos socios.