Lionel Messi vivió el partido entre Argentina y Bolivia en el estadio Hernando Siles como si fuera un apasionado hincha, incluso estando en un área VIP. El capitán de la Albiceleste fue preservado por el cuerpo técnico debido a una leve molestia en su isquiotibial derecho, la misma que lo llevó a solicitar el cambio durante el partido contra Ecuador el jueves pasado.

A pesar de su incomodidad física, el capitán no quiso perderse el siempre desafiante encuentro en la altitud de La Paz y acompañó a la delegación en su segundo compromiso por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de 2026.

Desde el comienzo del partido, el equipo dirigido por Lionel Scaloni controló el juego, anuló los intentos del equipo de Gustavo Costas y generó numerosas oportunidades de gol. Las primeras llegaron con disparos desde fuera del área, con Rodrigo De Paul rozando el poste derecho defendido por el arquero Guillermo Viscarra, y con un potente disparo de Enzo Fernández que parecía destinado a las redes, pero que fue detenido de manera espectacular por el guardameta del altiplano. En ambas ocasiones, Messi expresó su frustración desde el banco, emitiendo su característico “uhhh” y llevando sus manos a la nuca.

El alivio llegó con el gol de Enzo Fernández. Las cámaras capturaron a la estrella del Inter Miami unos momentos después de que el número 8 marcara la diferencia en el marcador. Se notaron sonrisas cómplices entre Messi y Leandro Paredes, quien estaba sentado a su lado en el banquillo, y celebraron junto al resto de los suplentes.

Con información de Infobae.