El viernes por la mañana, el conductor de uno de los móviles de tránsito de la Ciudad demostró que no está de acuerdo con ese refrán que dice que se predica con el ejemplo. El varón o la mujer –no alcanzamos a verlo bien– que conducía a la unidad cerca de las 9 se estacionó en la esquina de Córdoba y San Martín sobre la senda peatonal, impidiendo que los transeúntes cruzaran como debían. Como si esto fuera poco, cuando dobló por San Martín dejó el auto estacionado en un lugar no permitido.