Generalmente, escuchamos y participamos de posturas críticas a los entes reguladores, a quienes les exigimos mayores controles, dado que somos
“clientes cautivos” de nuestros proveedores de servicios públicos, sin posibilidades de elegir y/o ejercer efectivamente derechos frente a estas
grandes empresas. Esto produce sentimientos de cierta orfandad y desprotección.
Por ello se impone una especie de reivindicación, al escuchar que el director del Entre Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) ha resuelto aplicar las sanciones que la ley establece ante el manifiesto e incontrovertible incumplimiento del suministrador eléctrico durante el último viento Zonda, lo que generó serios trastornos a familias enteras y comercios. Ya que uno de los severos problemas que acucian a nuestra sociedad es el reinado de la impunidad, este pequeño ejemplo infunde una brisa de esperanza al restablecer las cosas a su efectivo lugar, donde cada actor cumple con su función y con lo establecido en la ley.