El neoyorquino Heywood Allen Stewart Konigsberg, conocido como Woody Allen, nacido en 1935, comenzó produciendo chistes para columnistas y cómicos profesionales. Continuó escribiendo sketches para televisión, clubes y revistas de Broadway y, paralelamente, se dedicó a tocar el clarinete en clubes de jazz.
Su primera película como director fue Take the money and run –Robó, huyó y lo pescaron– y, a la fecha, lleva más de medio centenar en las que, además de guionarlas, las dirige y, en algunos casos, actúa.
Medianoche en París (2011), La Rosa Púrpura de El Cairo (1985) y Jazmín Azul (2013) son algunas de sus películas recomendadas. Pueden comprarse o ser alquiladas en Amazon Prime Video, Google Películas y Apple TV.
Medianoche en París
Un exitoso guionista de Hollywood –quien pretende nuevos desafíos– llega a la Ciudad Luz con su prometida y los padres de ella. Está escribiendo un libro y, fascinado por París, decide quedarse a vivir allí. Su novia, Inez, (Rachel McAdams), la típica chica con dinero, cabeza hueca, no lo acompaña en su búsqueda y critica cada una de sus decisiones. Ella quiere residir en Malibú.
Los suegros de Gil (Owen Wilson), el protagonista, no están de acuerdo con la relación y se oponen sin tapujos a que continúen juntos
El filme entra en el terreno de lo fantástico cuando, en una esquina de París, de noche, Gil, es transportado en un taxi viejo al pasado, a los años 20 (la época adorada por él). Acá, la cosa se pone muy interesante porque se relaciona con todos sus artistas preferidos (pintores, cantantes, escritores y directores de cine).
Así, aparecen en escena Jean Cocteau, Ernest Hemingway, Cole Porter, Pablo Picasso, Luis Buñel y Savador Dalí, entre otros. La irrealidad de la noche se mezcla con la mañana, real, con su novia y sus suegros, a quienes no puede contarles lo sucedido porque lo considerarían un demente.
El superrealismo continúa cuando el protagonista se relaciona con la ex amante de Picasso, quien añora la belle époque –hacia 1900– y, ahora, ambos son llevados mágicamente a esos años y aparecen Toulosse Lautrec y Modigliani.
El desenlace es predecible, aunque una sorpresa espera al espectador.
Staff
Actores: Owen Wilson, Rachel McAdams, Kathy Bates, Nina Arianda, Carla Bruni
Guion y dirección: Woody Allen
Premios: Oscar a Mejor Guion Original – Mejor Guion en los Globos de Oro
La rosa púrpura de El Cairo
En plena depresión norteamericana, en los años 30, una camarera (Mia Farrow), maltratada por un esposo y abusador, se consuela viendo películas en el cine de su localidad.
Ella sólo piensa en las fantasías de la vida cinematográfica; por eso regresa una y otra vez a ver la misma película, ya que está fascinada con uno de los actores (Jeff Daniels). Igual que en Medianoche en París, Allen hace uso de la hiperrealidad y, sorpresivamente, el actor preferido de Farrow sale de la pantalla –en blanco y negro– y cobra vida –ahora en color– en el cine, para espanto y sorpresa de los espectadores.
A partir de ese momento, el movimiento de situaciones llega al delirio: los actores se quejan de que uno de ellos se fue de la película, los dueños del cine reclaman a los distribuidores y los espectadores piden la devolución del dinero abonado para ver el filme.
Las sorpresas continúan cuando el actor de carne y hueso enfrenta a su holograma en el cine y se disputan el amor de Mia Farrow, situación que termina en una mezcla de desilusión y aceptación de la realidad.
Staff
Actores: Mia Farrow, Jeff Daniels, Danny Aiello
Guion y dirección: Woody Allen
Premios: BAFTA a Mejor Película – César a Mejor Película Extranjera
Jazmín azul
La extraordinaria actriz Cate Blanchett –protagonista del filme– en su papel de Jasmine, está casada con un multimillonario corrupto (Alex Baldwin), experto en estafas piramidales.
Hal (Baldwin) engaña con cuanta mujer se le cruce a Jasmine quien, despechada, informa al FBI de las actividades ilegales de su esposo. Desde ese momento, el glamour, la riqueza y opulencia de la vida de Jasmine terminan abruptamente.
Ella sufre ataques respiratorios y de furia por su, ahora, presente de pobre, con su marido preso –luego aparecido muerto en prisión– y decide viajar a California, donde vive su media hermana, Ginger, (Sally Hawkins).
Ginger le ha perdonado a Jasmine que Hal, el ex esposo –ahora muerto– le robara doscientos mil dólares a ella y a su ex marido, quien tomará venganza en un futuro, dejando a Jasmine sin la oportunidad de rehacer su pasado glorioso.
Ahora en California, viviendo en la pobreza y la vulgaridad, Jasmine intenta estudiar decoración para ganarse la vida. Para pagarse los estudios se emplea como recepcionista y renuncia por el acoso de su jefe.
Conoce en una fiesta a un viudo, quien tiene aspiraciones en política, y este le propone matrimonio. Todo se cae con la intervención del ex esposo de Ginger. Desesperada, intenta recuperar a su único hijo, pero este la rechaza por denunciar a su padre.
El desenlace es amargo y, a la vez, un comienzo para la protagonista.
