Hasta el domingo, uno de nuestros periodistas estuvo pasando sus vacaciones en Reñaca, con amigos, en un lugar cercano al estero de la localidad balnearia. El lugar era bastante modesto, por no decir una pocilga. Se pagaban 105 pesos por día y entraban cuatro personas. Una ganga.

   Pues bien, en el mismo condominio estaban los hijos de dos dirigentes radicales de alta alcurnia y muy buen pasar económico, quienes podrían, sin duda, haberle pagado algo mejor a sus chicos. Quizás por avaros, o porque los chicos querían pasar unas vacaciones gasoleras –lo que hoy tiene onda–, Raúl Vicchi y Roberto Iglesias no se preocuparon porque sus pequeños estuvieran en un lugar mejor. Lo cierto es que, hoy por hoy, conseguir un lugar por 105 pesos por día para cuatro personas en Chile es como sacarse la lotería. Bien por los niños del poder.