La medida, que fue criticada por unos y alabada por otros, finalmente se puso en marcha y hace un mes que tiene plena vigencia. Esto implica que un grupo de inspectores sale a la calle y controlada que la norma se cumpla a rajatabla: al particular o al local que no cumple, le colocan una multa. Por todo esto, llama la atención que los inspectores controlen el cumplimiento en todos los locales comerciales, pero no lo hagan en el mismo edificio comunal que, supuestamente, debería ser un ejemplo. El jueves, en la puerta de la Dirección de Hacienda de la comuna, dos personas conversaban animadamente y fumaban sin parar. ¿Y el ejemplo?