En una actividad relacionada con los derechos de la mujer, el lunes y en la Casa de Gobierno, el ministro político de Julio Cobos, Sergio Marinelli, demostró que no podría ser embajador en ningún país del mundo. Resultó ser muy poco conciliador y tener anulado el tacto. Resulta que, entre mujeres, cuando le tocó hablar y reflexionar sobre el derechos de las féminas y bajo la atenta mirada de la senadora nacional Marita Perceval, se despachó con un sorpresivo: “Yo, igual, soy machista”. Trató de disimular la “broma” con una sonrisa, pero, la verdad, quedó muy desubicado.