Hace unos días, un fin de semana, una de nuestras despiertas periodistas vio algo que merece ser contado en esta prestigiosa sección. Resulta que, a la altura del control policial que hay en la ruta a Cacheuta, iba muy tranquilo el padre Jorge Contreras, figura social de primer nivel en la provincia, respetado y con un prestigio que le envidarían varios. El detalle es que el anciano cura –tiene 81 años– no iba en auto, ni caminando, sino que le daba a los pedales.

    Junto a otros señores de su edad, el padre Contreras iba bien en la bici, se lo veía con energía, con ganas, disfrutando de un agradable momento al aire libre. Cierta cosita nos dio en la redacción saber esto, teniendo en cuenta que acá muy pocos pasan los 35 años y que la actividad física más usual es pararnos a ir a buscar un café bien cargado.