La semana pasada, en este mismo espacio contábamos que el gobernador Cobos había dejado de ir al café Santo Remedio porque prefería otro, y que por este motivo, Abelardo, el propietario del bar, estaba triste. Pues bien.
Nos complace dar la noticia de que, durante el fin de semana, el gobernador volvió a Santo Remedio, ubicado muy cerca de su casa, en la Sexta Sección, movido por lo que leyó en este apartado, que, parece, le tocó su fibra más íntima. Qué lindo es ver los resultados de lo que publicamos en este humilde pero prestigioso espacio.