Pérez, quien fue interrogado durante dos horas, agregó que todo se originó cuando testigos le comentaron que no había quórum en la sesión que aprobó la reforma del artículo contra la indexación salarial, a principios de agosto del año pasado. Señaló que pidió, en mesa de entradas de la Legislatura, la documentación donde se acredita la cantidad de legisladores que dieron el quórum, pero que se la habían negado. Dijo, además, que estos pasos los realizó junto a un escribano, pero que no fue necesario utilizar sus servicios.

        Cuando le negaron su petición, decidió ir a denunciar a la Justicia las supuestas irregularidades. “Esta era una ley muy importante. Si hubiese sido otra ley, no la denunciaba”, aseveró ante el tribunal integrado por ministros de la Suprema Corte, diputados y senadores. Los hechos que desencadenaron el revuelo en la Casa de las Leyes se produjeron tras la denuncia de Pérez, cuando el fiscal Camargo decidió, luego de recibir el aval de la jueza de Garantías Iris Guarna, allanar despachos en busca de versiones taquigráfica.

       Se las negaron y varios senadores presentaron la queja por el desempeño del fiscal. Luego de la testimonial de Pérez, se sentaron en el banquillo los ex senadores Roberto Ajo (PD), Oscar Menéndez (PJ) y Marcos Garcetti (Fiscal), quien dijo que “los legisladores estaban muy molestos con el fiscal y la jueza”. Por la tarde, periodistas y el escribano que acompañó a Pérez a la Legislatura también dieron su versión. Con esto se dio por finalizada la ronda de testimonios, por lo que el tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio hasta el jueves 10, día en que se realizarán los alegatos de las partes.

      De acuerdo con las pruebas obtenidas, el procurador Rodolfo González tendrá que decidir si acusa o no a Camargo.