El centro de atención a afectados por el tsunami (ola gigante) que el lunes sacudió el suroeste de la isla de Java confirmó ayer la muerte de 352 personas. Pero, de acuerdo con los datos recopilados por el diario digital indonesio Detik, con informaciones procedentes de centros oficiales y personal en la zona afectada, el número de víctimas mortales asciende a 357, correspondientes a las poblaciones de Ciamis (184), Tasikmalaya (97), Cilacap (67), Kebumen (6), Montaña Kidul (2) y Garut (1).

        El centro de atención a afectados informó en Pangandaran que, entre las víctimas mortales, hay siete extranjeros: un holandés, un sueco, un japonés, un paquistaní y tres árabes. Según datos de la Cruz Roja de Indonesia, habrían 148 heridos, 85 desaparecidos y 2.875 personas desplazadas de Pangandaran, Ciamis y Cilacap, a unos 270 kilómetros al sureste de Yakarta. Estas cifras contrastan con las que ofrecen algunos medios indonesios que informaron de 10.000 personas desplazadas en Pangadaran y otras 5.000 en Cilacap, las que pasaron la noche a la intemperie o refugiados en mezquitas por temor a más “olas asesinas”.

 BÚSQUEDA DE SOBREVIVIENTES.

        Los equipos de rescate buscan supervivientes. En la que era una de las playas más famosas y concurridas del suroeste de Java, la playa de Pangandaran, el panorama es hoy desolador. Decenas de casas, hoteles y restoranes han quedado reducidos a escombros o dañados seriamente. Los grupos de salvamento, personal del Ejército y voluntarios llevan más de doce horas de rastreo en los 180 kilómetros de litoral devastado en busca de supervivientes. El Ministerio de Sanidad tiene, además, 510 heridos y 165 personas dadas por desaparecidas.

      “Poco después del amanecer hemos encontrado un bebé de seis meses que había quedado atrapado en la arena y lo hemos trasladado de inmediato al hospital”, indicó Seno, miembro de los equipos de salvamento. “Los cuerpos encontrados sin vida se amontonan a ambos lados de las calles de Pangandaran que dirigen hacia la playa, a la espera de que sean trasladados en camiones a los tanatorios cercanos”.