El Papa Benedicto XVI realiza hoy su presentación oficial en las listas del pop sacro, con el disco Alma mater, grabado en los estudios londinenses de Abbey Road. Los integrantes de la Royal Philharmonic Orchestra de Londres acompañaron la grabación de Benedicto XVI proporcionándole un ambiente clásico, aunque el Papa no fue a los estudios de grabación sino que grabó su voz en los servicios oficiales de Radio Vaticana.
 
Alma mater contó con la colaboración de personalidades como el británico Simon Boswell; el italiano, Stefano Mainetti y el marroquí Nour Eddine, reconocidos por sus trabajo en “soundtracks”, apoyando las reflexiones que vienen en latín, inglés, italiano, portugués y alemán. La idea del disco fue concebida por un directivo de la editorial de San Pablo (los Paulinos), Giulio Neroni, cuando escuchó cantar el primer Regina coeli a Ratzinger tras ser elegido Papa.
 
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, precisó que la voz de Benedicto XVI ocupa 9,47 minutos del total de los 49 que dura el disco. Lombardi subraya que “no es un disco de Benedicto XVI”, aunque “ha sido inspirado en la voz y la espiritualidad mariana del Papa”.

Indicó que el Vaticano sólo se lleva de esta iniciativa 31.580 euros (25.000 Radio Vaticano y 6.580 el Centro Televisivo Vaticano) por los derechos de la voz y la imagen del Papa cantor.