No sabemos si porque eran hombres con ropa de mujer o por otra cosa. Lo cierto es que la situación se solucionó cuando llegó una periodista de un medio colega e intercedió para que las travestis pudieran pasar. Si la Legislatura va a debatir la necesidad de dejar sin efecto el controvertido artículo 80, podrían sus empleados y autoridades, por lo menos, dejar entrar a los interesados. Si no, el debate carecerá de todo sentido.