Aunque el enfrentamiento entre el intendente de Capital, Víctor Fayad (UCR), y el senador demócrata Carlos Aguinaga es antológico, en los últimos días recrudeció por la decisión tomada por Fayad de reglamentar el uso de calcos con el número de patente de las motos, en los cascos de los conductores de estos vehículos que circulen por Ciudad. Esto porque Aguinaga tiene un proyecto similar con media sanción en la Legislatura y estaba intentando modificarlo para darle sanción definitiva, cuando Fayad se adelantó, sacando la norma en forma de ordenanza en su jurisdicción, aunque después debió dejar la reglamentación sin efecto por quejas de los motociclistas. Al respecto, Aguinaga aseguró: “Lo que queremos hacer es algo totalmente distinto a lo que hizo Fayad. Vamos a consensuar la ley con los motociclistas”.

 EXCUSAS. Entre otras explicaciones, Fayad aseguró que prefería dejar sin efecto la norma, esperando ver el accionar de la Legislatura. Al respecto, Aguinaga respondió que, a pesar de que su proyecto cuenta con media sanción de Senadores desde julio y en breve iba a ser tratada por la Cámara Baja, quiere modificarlo. Para esto se estaba reuniendo desde hace un mes con los conductores de motos, y ya habían consensuado algunas alternativas. Entre otras cosas, que en lugar de llevar el calco con la patente en el casco y en un chaleco (tal y como lo propone la idea original de Aguinaga) se coloque bien visible en las partes delantera y posterior de la moto. Esto para evitar la falta de identificación de los rodados y, con esto, superar la modalidad delictiva de las salideras bancarias. Además, para Aguinaga, deben profundizarse los controles en puntos móviles y no fijos como ahora, porque estos son fáciles de eludir. En estos cambios estaba trabajando Aguinaga cuando Fayad “se le adelantó”.

 VICIOS. En cuanto a las palabras ofensivas que Fayad dijo de Aguinaga a través de los medios –“petiso mediático”–, este sólo contestó que, a su criterio, Fayad es un signo de la decadencia y “de todos los vicios de la vieja política”. “Es una vergüenza que tenga que echarse atrás en cada una de las decisiones que toma”, soltó el senador demócrata.