Pocos quieren hablar del ataque que sufrió el auto de una auxiliar del Ministerio Público el sábado durante la madrugada en la puerta de la Oficina Fiscal Nº9 –Comisaría Novena– de Guaymallén, porque no hay mayores datos y prefieren investigar hasta llegar al fondo.

El acto vandálico terminó con el vehículo, un Renault Clio negro, prendido fuego en el sector izquierdo delantero. Más allá de los hierros y los plásticos quemados –el rodado quedó prácticamente inutilizable–, hallaron en el interior un mensaje amenazante escrito a mano, sobre el torpedo: “Se volverá a repetir…Botones putos. MUERTE A LA YUTA”.

Debido a esto se inició una investigación para intentar llegar a los responsables. Si bien el auto pertenecía a una auxiliar de la dependencia judicial, los pesquisas sostienen que el mensaje estaba dirigido a la policía.

Creen que los atacantes esperaron el momento justo para que haya testigos y quemaron el auto de una persona que trabaja en el lugar, sin importar si era empleada judicial o de la Policía.

“Sabían que el auto era de alguien de las dependencias, ya sea comisaría u Oficina Fiscal, pero no precisamente de quién. El objetivo era enviar un mensaje”, detalló un efectivo que trabaja en el lugar.

Lo cierto es que los pesquisas a las pocas horas de ocurrido el hecho comenzaron a reunir pruebas para esclarecerlo. Y los datos que buscan podrían estar en cámaras de seguridad de la zona.

Iban a analizar las de seguridad pública y también las de casas y comercios cercanos para intentar, mediante las imágenes captadas, si se puede llegar a la identificación de el o los autores del ataque perpetrado sobre calle Libertad al 500.

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La información a la que accedió El Sol sostiene que las llamas fueron iniciadas momentos antes de las 5.30 del sábado. Uno de los autos estacionados sobre la arteria comenzó a arder y el fuego despertó el interés de las personas que trabajan a esa hora en la dependencia.

Salieron policías y funcionarios de la Oficia Fiscal y apagaron las llamas con la ayuda de un matafuego. Algunos curiosos llegaron hasta el lugar y también personal de Bomberos.

En los primeros momentos se creía que se trataba de algún desperfecto mecánico que motivó el inicio del fuego. Sin embargo, las dudas rápidamente quedaron evacuadas cuando, en el interior del Clío, justo al frente del asiento del conductor, sobre el para, dieron con una amenaza concreta.

El caso generó alerta porque podrían suceder más ataques de este tipo contra personal de ambas dependencias. “Puede tratarse de algo grave. Se trata de la dependencia que recibe las causas más pesadas de Guaymallén, las que son de la zona de Pedro Molina y sectores aledaños”, describió la fuente policial consultada.