Pasamos más de un tercio de nuestras vidas en la cama, pero ese lugar puede convertirse rápidamente en un “parque botánico” de bacterias y hongos, según Philip Tierno, microbiólogo de la Universidad de Nueva York.

Si se deja por mucho tiempo, la vida microscópica dentro de las arrugas y pliegues de nuestras sábanas puede incluso enfermarnos, dijo Tierno al Business Insider.

Para detener la marea invisible, dijo que las sábanas deberían ser lavadas una vez por semana.

Los humanos naturalmente producen aproximadamente casi 100 litros de sudor en la cama cada año. Cuando está caluroso y húmedo en el exterior, esta humedad se convierte en lo que los científicos llaman un “medio ideal para el cultivo de hongos”.

En un estudio reciente que evaluó el nivel de contaminación fúngica en la ropa de cama, los investigadores encontraron que las almohadas sintéticas y de plumas de 1,5 a 20 años de edad pueden contener entre 4 y 17 especies diferentes de hongos.

Y no es sólo la vida microbiana propia con la que uno se está acostando. Además de los hongos y bacterias que provienen del sudor, esputo, células cutáneas y excreciones vaginales y anales, usted también comparte su cama con microbios extraños.

Éstos incluyen la caspa de animales, polen, tierra, pelusa, escombros y heces de ácaros del polvo, además de los componentes de las sábanas, entre otros.

Tierno dice que toda esa porquería se vuelve “significativa” en tan sólo una semana. Y la ropa de cama sucia expone a la persona a materiales que pueden desencadenar estornudos, ya que los microbios están tan cerca de la boca y nariz que se está casi obligado a respirarlos.

“Aunque no tenga alergias per se, usted puede tener una respuesta alérgica”, apuntó Tierno.

Otra razón por la que las sábanas se ensucian rápidamente tiene poco que ver con su comportamiento o patrones de sudor – el problema es simplemente la gravedad.

“Así como Roma fue enterrada con el tiempo con los escombros que caen por la gravedad, la gravedad es lo que trae todo ese material a su colchón”, dijo Tierno.

Entre una y dos semanas de esta acumulación es suficiente para dejar a cualquier persona con una garganta irritada, especialmente a aquellos con alergias significativas o asma.

“Si tocas caca de perro en la calle, querrás lavarte las manos”, dijo Tierno. “Considéralo análogo a tu ropa de cama”, añadió.

“Si vieras lo que hay allí -pero por supuesto que no lo ves- después de un tiempo te dirías a ti mismo, ¿quiero dormir en esto?”.