El oeste de la ciudad de Mendoza se ha transformado con los años en un polo gastronómico ubicado sobre la avenida Champagnat. Y, para llegar ahí, hay que atravesar una boca de lobo: la avenida San Francisco de Asís. Esa ruta que costea el Parque General San Martín ha sido remodelada con varias rotondas. Pero, por estas noches, la mayor parte de las luminarias están totalmente apagadas y es un problema circular más arriba. Con el resto del camino, no hay problema, salvo por la cantidad de baches que hay por la misma avenida en dirección al teatro griego y al Malvinas Argentinas.
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