Al distrito de Philips, en el departamento de Junín, en el Este provincial, parece haberle llegado una racha de fatalidades donde se ha visto involucrado uno de los sectores de mayor vulnerabilidad en lo referente a los accidentes domésticos: los niños. Ayer, un bebé murió como consecuencia de las heridas sufridas al prenderse fuego el corralito donde se encontraba. Hace tres días, también en Philips, un pequeño perdió la vida ahogado, al caer a un pozo con agua ubicado en una finca.

    El último de los dramáticos casos donde un menor resultó ser una víctima fatal, tuvo lugar ayer a la siesta en la finca Brandi, ubicada en calle Coria S/N de Junín. En la casa que ocupa un contratista rural, identificado como Pablo Molina (30), quedaron sus tres hijos solos. Los menores, de cuatro, dos y un año y medio, permanecían juntos en la vivienda, ya que su padre estaba trabajando en la finca, y su madre había ido a una reunión en una escuela de las inmediaciones.

    Según el relato del personal policial de la Comisaría 19 de Junín, quienes debieron intervenir en este hecho, cerca de las 16.50 tomaron conocimiento de que en la casa de la finca Brandi se había producido un incendio. El siniestro se habría iniciado cuando el corralito, donde se hallaba el menor de los hermanitos, tomó contacto con el fuego que se concentraba en una estufa a leña que estaba encendida. Los momentos previos a que se desatara la tragedia, sólo fueron testificados por los hermanos del menor de los Molina.

    Los peritos policiales creen que, o puede haber saltado una brasa hacia la tela de red plástica que rodea al corralito o en el inconsciente fragor del juego de los menores, el pequeño recinto fue arrimado al fuego. Lo concreto es que, minutos después, a las 16.30, los niños de 2 y 4 años comenzaron a gritar y a llorar al ver la terrible escena que ocurría frente a sus ojos. Esta situación movilizó a la gente de la finca, y fue el papá de Iván quien, al ingresar a la casa, halló el corralito incendiado. Nada pudo hacerse para intentar salvar a este pequeño, ya que el fuego había consumido casi en su totalidad la estructura del sitio donde estaba Iván. Todo lo demás fue desesperación en los habitantes y trabajadores de la finca Brandi, quienes padecieron este accidente.