Desde el miércoles 8 de marzo hasta el sábado 15 de este mes, la Policía logró el secuestro de casi 2.300 kilos de marihuana compactada en tres procedimientos en Capital y en Las Heras. Los dueños de los cargamentos son los mismos narcos y están identificados: pertenecen a, al menos, tres familias “conocidas y vinculadas con el hampa”. La mercadearía está valuada en más de 20 millones de pesos y fue encontrada de casualidad. 

En el primero incautaron 196 kilos, después de un choque entre un auto y una camioneta en Coronel Ramírez y Santiago del Estero, de la Cuarta Sección en Ciudad. 

Al otro día, efectivos de la División de Búsqueda de Prófugos que iban tras los pasos de un malviviente dieron con 1.700 kilos de esa droga en el barrio Aeronáutico, de Las Heras, considerado el mayor cargamento hallado en la provincia.

Y el sábado, el dueño de una casa de fin de semana de El Challao, de 62 años y oriundo de Godoy Cruz, denunció que desconocidos ingresaron al domicilio tras violentar el portón y le dejaron 397 kilos escondidos en el interior de la propiedad. Agregó que desde octubre no pisaba el lugar porque se había ido de viaje. 

La droga secuestrada en El Challao.

Los investigadores policiales analizaron la prueba de todas las actuaciones, que están unificadas en la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, y no dudaron en sostener que esos 2.300 kilos llegaron a Mendoza desde Paraguay, “estaban siendo vendidos” en el barrio Aeroparque y eran del mismo cargamento. 

Se basaron en que las bolsas donde guardaban los ladrillos para camuflar la droga pertenecen a alimento balanceado para mascotas de la misma marca, que tiene base en el país del norte. 

Es más, el hombre que figuraría como responsable de la casa en la que ocultaban el cargamento mayor, ubicada en la manzana 33 del barrio Aeronáutico, está identificado.

“Se llama Carlos Rivera y tiene pedido de captura. Ese sería uno de los cabecillas de la organización y fue investigado hace unos años”, relataron las fuentes a El Sol.

Han pasado más de 30 días y este hombre continúa en la clandestinidad. Hay pesquisas y vecinos que sostienen que Rivera se mueve por la zona –el oste de Capital– con total impunidad a pesar de que es buscado. 

Además, algunos investigadores afirmaron que hay casi una decena de sospechosos en la causa y explicaron “que son de otras dos familias, los Corzo y los Montiveros, que tienen antecedentes por diversos delitos y están vinculados a los cargamentos de marihuana”.

Lo cierto es que, después del choque que permitió el hallazgo de 196 kilos en la Cuarta Sección, se sumaron otras pesquisas y todas fueron hacia la misma dirección. Sólo un hombre fue detenido, Abel Cilauro, quien se encontraba como “custodio” de la droga en el barrio Aeroparque, que es colindante hacia el oeste del popular barrio San Martín.

Los sabuesos sostienen que ese domicilio funcionaba como “mayorista” de revendedores de estupefacientes en toda la provincia.

Una de las pruebas es que el Peugeot que impactó contra una camioneta Amarok en Ciudad el 8 de marzo está a nombre de un sujeto oriundo de San Rafael. Creen que la droga que transportaba tenía como destino final esa comuna para luego ser distribuida en diferentes “quiosquitos”.

El conductor del auto, tras el siniestro, que se produjo porque le lanzó algunos piropos a una chica y se distrajo, se dio a la fuga. Por su parte, afirman que la droga secuestrada en la casa de El Challao fue llevada a ese lugar luego de los otros dos procedimientos para “intentar salvarla”. 

El Peugeot que transportaba 196 kilos hacia San Rafael.