En el momento en el que se producían los incidentes con hinchas (ver aparte), cuando una gran cantidad de policías de Godoy Cruz era enviado a detener a los alterados fanáticos, un comercio de calle Beltrán del mismo departamento era blanco de los delincuentes. Cerca de las 17.50, en unas oficinas en las que funciona una agencia de Rapipago y un comercio de electricidad, ingresaron tres ladrones que portaban armas de fuego.

    Los asaltantes fueron en busca del dinero de la agencia de pagos, según indicaron las víctimas que se hallaban presentes en el lugar. Encañonando al encargado del comercio, quien fue identificado como Carlos Alberto de Lucía, los asaltantes lograron hacerse de un botín de dinero en efectivo, tarjetas de créditos y otras pertenencias.

    Las fuentes oficiales precisaron que los ladrones se llevaron un monto cercano a los 1.200 pesos, de los cuales una parte era dinero de la caja de Rapipago y lo demás pertenecía a De Lucía. La huida de los delincuentes no pudo ser vista por las víctimas pero se presume que se movilizaban en algún vehículo.