El travesticidio de Melody Barrera, ocurrido el sábado en Guaymallén, sorprendió a propios y ajenos. La joven fue acribillada de seis balazos mientras ejercía el trabajo sexual y esa situación no es menor para los detectives del caso.

Es que, justamente, esa actividad se vio fuertemente afectada debido a la cuarentena por el coronavirus (COVID-19) y las meretrices que trabajan en la calle debieron ingeniárselas para conseguir clientes.

Los pesquisas, liderados por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, estuvieron indagando cómo eran los movimientos de Melody y sus compañera, quienes utilizaban un departamento localizado en las inmediaciones del lugar donde fue ultimada para mantener los encuentros íntimos.

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De allí surgió un dato importante para la instrucción, las trabajadoras sexuales pactaban los encuentros con los clientes y quedaban de acuerdo para encontrarse en la Costanera. Una vez que se juntaban, se dirigían hasta la residencia.

Por esa razón, una de las hipótesis que se trabajan sostiene que el homicida pudo haber quedado de acuerdo con la víctima para encontrarse en el lugar donde fue baleada. Incluso, no descartan que se trate de un hombre que haya frecuentado a Melody en otras oportunidades.

Incluso, fuentes policiales explicaron que ese grupo de meretrices solía trabajar en la zona del Parque O’Higgins, en Ciudad, pero que desde hace un tiempo comenzaron a cruzarse al sector guaymallino debido a que las normativas del municipio capitalino no les permitía quedarse en ese lugar.

En las últimas horas se presentaron a declarar tres mujeres trans en la Oficina Fiscal Nº8 de la Comisaría 25ª, una de las cuales se encuentra señalada como la “madama” de Melody y otras jóvenes.

Si bien no confirmó en el expediente ser la persona que se encarga de regentar a las trabajadoras sexuales, colaboró con información sobre la vida y los movimientos de la víctima. Más allá de eso, no pudo aportar ningún dato que permita avanzar sobre la identidad del autor.

Por su parte, una prueba clave que se encuentra en plena producción es el desgrabado de las imágenes captadas por cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, que se pudieron detectar en las cercanías de la escena del crimen.

A través de esos registros fílmicos no sólo esperan conocer con precisión las características y el modelo del auto en que se movilizaba el sospechoso, sino hasta la patente que podría permitir saber su identidad.

Con respecto al móvil del robo, aún no está del todo descartado ya que a la víctima le faltaba una cartera. No obstante, también creen que podría habérsela llevado el autor con la intención de descartar evidencia, ya que allí la joven tenía su celular, a través del cual se pudieron haber comunicado, de acuerdo con la información.

El hecho

Fue a las 4.40 del sábado cuando Melody se encontraba en calles Correa Saá y Costanera, en el distrito de San José.

Desde un auto, al menos, un sujeto le disparó en varias ocasiones y seis de las balas le impactaron en el pecho. Las heridas le provocaron la muerte, prácticamente, en el acto.

Un testigo dio aviso a la línea de emergencias 911 y, cuando las autoridades tomaron conocimiento, se activó el protocolo por femicidio, razón por la que se trabajó con perspectiva de género y se tomaron los recaudos necesarios, explicaron fuentes judiciales.

En el lugar, los efectivos de la Policía Científica levantaron varias vainas servidas de pistola 9 milímetros.