A poco más de 18 meses después desde su primer intento fallido de llegar a la Estación Espacial Internacional (EEI), la cápsula Starliner de Boeing está lista para una segunda oportunidad.

Después de una revisión de la preparación para el vuelo, la NASA está avanzando con la prueba de vuelo orbital sin tripulación de la nave el próximo 30 de julio. A menos que se produzca un retraso imprevisto, la cápsula se lanzará desde la estación de Cabo Cañaveral de la Fuerza Espacial montada en un cohete Atlas V. En caso de que la NASA posponga el vuelo, volverá a intentar realizar la prueba el 3 de agosto.

El objetivo del vuelo es que la NASA realice una prueba de extremo a extremo de las capacidades de Starliner. La agencia quiere saber si la cápsula puede manejar todos los aspectos de un viaje a la EEI, incluyendo el lanzamiento, el acoplamiento y la reentrada atmosférica. “La prueba proporcionará datos valiosos que ayudarán a la NASA a certificar el sistema de transporte de la tripulación de Boeing para llevar a los astronautas hacia y desde la estación espacial”, dijo la agencia.

Si el vuelo es un éxito, la NASA seguirá adelante con una prueba con tripulación del Starliner. Steve Stich, director del programa de tripulación comercial de la NASA, dijo que eso podría ocurrir “tan pronto como a finales de este año”. Tanto Boeing como la NASA han invertido mucho en la viabilidad del Starliner. En el caso de la compañía aeroespacial, su decisión de no llevar a cabo una prueba de extremo a extremo de la nave antes de su fallido vuelo en 2019 dejó a la agencia “sorprendida”, lo que llevó a cuestionar el proyecto. Mientras tanto, la NASA desea disponer de dos cápsulas que puedan transportar a sus astronautas a la EEI. Ahora mismo, se limita a la Crew Dragon de SpaceX. “Es muy importante para el programa de tripulación comercial tener dos sistemas de transporte espacial”, dijo Stich a los periodistas.

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