El cineasta norteamericano Quentin Tarantino confirmó ayer que rodará, en la República Popular China, el cuarto filme de la saga Kill Bill, una nueva historia de venganzas y represalias consumadas. La noticia la difundió su productor ejecutivo Bennet Walsh, quien reveló, además, el argumento: la venganza de las hijas que reivindican a la madre muerta. En el capítulo anterior de la serie, ese sentimiento se cristaliza en la acción de dos asesinos, cuyos ojos y armas fueron pulverizados por el personaje que encarna la actriz Uma Thurman.
Actor y guionista,Tarantino, artífice de éxitos como Tiempos violentos, Perros de la calle y Asesinos por naturaleza, ha sido criticado con frecuencia por la marejada de violencia que inunda sus filmes. No obstante, los críticos destacan su talento y capacidad de combinar diálogos ligeros e ingeniosos con una visión sombría de la sociedad. Según expresó su productor, también le interesa trabajar con directores chinos como Jiang Wen y otros noveles destacados que todavía no han salido a la luz.