LA HAYA (EFE). El avión en el que viajaban los príncipes de Holanda, Máxima y Guillermo Alejandro, realizó ayer en Nueva Zelanda un aterrizaje de carácter preventivo ante la sospecha de que hubiera fuego en el aparato, informó la agencia holandesa ANP. La pareja real, que se encuentra de visita oficial en Australia y Nueva Zelanda, había partido de la ciudad de Nelson hacia Wellington.

    Después de tres minutos de vuelo, el piloto decidió regresar al aeropuerto de origen porque en el aparato había olor a humo. Se sospecha que el sistema de aire acondicionado de la nave –Jetstream 32, alquilada especialmente para la ocasión– no funcionaba correctamente, si bien esta información no está confirmada. Tras el aterrizaje, la princesa Máxima –con un embarazo de cuatro meses– y su esposo tomaron otro avión, sin que el incidente retrasase la marcha de su agenda.

    Los príncipes se quedarán tres días más en Nueva Zelanda, donde tienen previsto entrevistarse con autoridades y representantes de varias organizaciones. Pese al incidente que vivieron ayer, la Casa Real holandesa anunció que no habrá ningún cambio en los encuentros que los príncipes tenían previstos.