Tres trabajadores de la empresa italiana de energía Enel murieron cuando el vehículo en que viajaban fue arrastrado por una riada en la provincia de Grosseto, en la región central italiana de la Toscana, con lo que son ya cuatro las víctimas del temporal de lluvia que azota el país.

La Fiscalía de Grosseto confirmó hoy la muerte anoche de los tres trabajadores de Enel, se desplazaban en automóvil para realizar unas reparaciones en las líneas de la electricidad.

Los medios de comunicación italianos habían informado ayer del hallazgo del cadáver de un anciano, cuya edad no se ha facilitado, en el interior de un coche que había sido arrastrado por el agua en el municipio de Capalbio, en Grosseto.

La Policía cree que el hombre no tuvo escapatoria después de que la carretera por la que circulaba con su coche cediera a causa del agua de un torrente generado por las incesantes lluvias y terminara quedando sumergido.

Otra mujer de la localidad de Orbetello fue sorprendida por otro torrente cuando estaba en su coche, pero pudo ser rescatada por los servicios de emergencia y trasladada en graves condiciones a un hospital, donde permanece en la unidad de cuidados intensivos.

La situación en toda la Toscana es crítica y las autoridades han decretado el nivel de alarma ante el posible desbordamiento del río Ombrone.

Localidades como la pedanía de Albinia están completamente inundadas y aisladas y las autoridades locales están evacuando a las personas de sus casas.

Además la carretera estatal Aurelia, que une Roma con Francia, ha sido cerrada por las inundaciones que han provocado algunos socavones por lo que la situación del tráfico es complicada en la autopista A1 a su paso por esa región del centro de Italia.

Este temporal llegó ayer esa zona central del país, después de que durante el fin de semana afectase al norte y a ciudades como Venecia, que quedó sumergida un 70 por ciento.