Tras el escándalo que se generó por las compras de alimentos más caros que los recomendados, que terminó con 15 funcionarios de Desarrollo Social afuera del ministerio,  el ministro del área, Daniel Arroyo evalúa si retendrá a varios de ellos.

El primer despedido por esta situación fue el secretario de Articulación de Política Social, Gonzalo Calvo.

Luego, en la noche del martes confirmaron que los 14 funcionarios que dependían de Calvo habían presentado sus renuncias. Cerca del secretario despedido las habían calificado como “indeclinables”.

Sin embargo, algunos de los funcionarios implicados relativizaron esa versión. “Nadie nos desplazó. Pusimos la renuncia a disposición. Es más, pensamos que vamos a seguir trabajando. Está en potestad del ministro aceptarla o rechazarla”, dijo uno de los funcionarios.

Las reincorporaciones, por ahora, están en observación. Algunos de los renunciados razonaban que una vez que el ministro se decida, se verá si es conveniente que regresen a sus puestos; es decir si esa decisión no tiene un costo político mayor al cambio de nombres.

“La salida de Calvo tal vez fue injusta, pero todas las explicaciones para el afuera no resultaban convincentes y el tema se había instalado”, argumentaban con algo de resignación.