“Fuera jueza. Ya no creemos en la Justicia. Mauricio es otra víctima del gatillo fácil”. Con estos carteles de repudio se presentaron ayer en Tribunales los padres de Mauricio Morán, tras la liberación del policía Cristian Bressant, imputado por disparar y matar al chico el 5 de mayo, en Perdriel. Junto a una veintena de vecinos del barrio Cuadro Estación, y con lágrimas en los ojos, Cesar Morán y su esposa,Miriam, no pararon de criticar a la jueza de Garantías Alejandra Mauricio, quien el viernes rechazó el pedido de prisión preventiva en contra del efectivo.

    “No hay justicia para el asesinato de nuestro hijo. Las pruebas balísticas demostraron que fue él (por Bressant) quien disparó”, dijo ofuscado el hombre. La pequeña pero ruidosa protesta de los familiares y vecinos del chico de 14 años, asesinado cuando sacaba carbón de un tren en movimiento, se desarrolló mayormente en la planta baja de Tribunales. Inclusive intentaron por todos los medios hablar con la jueza Mauricio, pero fueron desalojados por el personal de seguridad del edificio.

CON DRAMAS. Lo cierto es que Mauricio no coincidió con el fiscal que instruyó el caso, Luis Correa Llano, quien había determinado que el policía Bressant era el autor del disparo que acabó con la vida del joven. La magistrada puso una caución personal de 20.000 pesos y el efectivo recuperó su libertad el viernes. De todas formas, continúa imputado por el homicidio. En su resolución, Mauricio aduce que no queda claro quién había sido el autor del disparo.

    “No tenemos nada que criticarle a Correa Llano. El problema es con Mauricio. Están todas las pruebas que indican que él disparó. Además, hay otros heridos, mi nieto y otro chico, que tiene un proyectil en la pierna”, señaló Cesar Morán. Y agregó: “Vamos a apelar esta decisión de la jueza. Mi abogado dijo que el fiscal también apelará”.