BUENOS AIRES. La jueza federal María Servini de Cubría denunció ayer que dentro del teléfono de su despacho del Palacio de Tribunales la Policía Federal encontró un micrófono oculto y lo vinculó con investigaciones que está llevando sobre temas electorales, como los gastos de campaña. “Lo tomo como una intimidación”, afirmó la jueza con competencia electoral. “Me llamaba la atención que había cosas que se publicaban en los medios sobre conversaciones que habíamos tenido en mi despacho con mi secretaria, sólo entre ella y yo, y que al día siguiente habían trascendido en los medios. Los temas que hablamos eran sobre los gastos de la campaña electoral”, sostuvo Servini de Cubría.
La jueza investiga, por ejemplo, los gastos de la campaña presidencial de la actual primera mandataria, Cristina Fernández y, en ese sentido, recientemente requirió a su colega Norberto Oyarbide información sobre la causa de la “mafia de los medicamentos”, ya que habría habido aportes desde ese sector. La magistrada presentó la denuncia por el hecho ante el juez federal Julián Ercolini, que ya investiga el robo de expedientes del mismo despacho que sufrió Servini en mayo. “Cada tanto hago revisar el despacho y ayer –por el lunes–, personal de la Policía Federal Argentina encontró adentro de la caja del teléfono un micrófono que fue secuestrado y entregado a la Justicia”, relató la magistrada.
Servini advirtió que en los últimos días sospechaba que podría estar siendo espiada cuando leía en los diarios temas que sólo había hablado en su despacho con sus colaboradores, por lo que pidió que la Policía inspeccionara su oficina. Entre otros temas, la jueza Servini investiga los aportes de la última campaña electoral a los partidos políticos que participaron de los comicios en Capital Federal, que deben presentar informes sobre los gastos realizados.
Y especuló con que el micrófono está vinculado a ese expediente: “Los temas que hablamos eran sobre los gastos de la campaña electoral”, explicó la jueza acerca de las conversaciones que mantenía con sus colaboradores. “Lo tomo como una intimidación. Nosotros sabemos que los teléfonos se toman desde otro lado”, sostuvo la magistrada, en alusión a que pueden ser “pinchados” y escuchados por personal de inteligencia. Más aún, Servini no tomó el hallazgo del micrófono como un hecho aislado. “Esto se suma a otras denuncias intimidatorias que se han hecho en el Consejo de la Magistratura”, sostuvo la jueza.