El ex ministro de Economía Roberto Lavagna consideró ayer que el Gobierno lanzó la idea de una reforma constitucional porque, en realidad, busca “lograr catorce años” en el poder, y lo acusó de provocar un “deterioro institucional” con medidas como la de los “superpoderes”.

    La iniciativa de una nueva reforma en la Carta Magna “fue una comunicación oficial, fue un off de record hecho por el presidente” Néstor Kirchner “en un viaje al exterior”, advirtió Lavagna en diálogo con Radio Mitre. Para el ex funcionario, el tema fue presentado en forma “totalmente falseada” a la opinión pública, porque “se decía hace 48 horas que la reforma sería para evitar la reelección y no es así, es para lograr catorce años continuados” de gobierno, aumentando a seis el actual período y permitiendo dos reelecciones más de cuatro años cada una.

    En ese sentido, dijo que “la sociedad reaccionó” en contra de esa idea “en un 80 a 90 por ciento”, según encuestas. Por otro lado, alertó que “hay un deterioro institucional muy claro” y mencionó “el tema de los superpoderes” y “el de la Unidad de Información Financiera, que se ocupa del seguimiento de transacciones con lavado de dinero”, la que está siendo sometida a cambios de funcionarios que en el futuro podrían revelar graves fallas en ese organismo de contralor.

    Manifestó que “yo he dicho en varios discursos que Argentina necesita un presidente con carácter, decisión y poder, pero al mismo tiempo democrático”. Según evaluó, en el resultado favorable en las elecciones legislativas de octubre del año pasado “ha habido una lectura del resultado electoral que ha llevado a estos avances que afectan la institucionalidad”.

    Para Lavagna, Kirchner recurre más a las “gesticulaciones” que a los “gestos”, y consideró que “la gestión es algo que se hace más callado, con menos actos, donde uno ejecuta lo que dice”.

    Por otra parte, consideró que el “deterioro en las instituciones”, el que, a su entender, comenzó a evidenciarse en el 2005 tras las elecciones legislativas,“no tiene efectos palpables para el público ahora, pero tendrá efectos en el plano de la inversión y en la generación de empleos, y tiene que ver con los reclamos que se hacen desde el interior y el exterior”.

    En tanto, el ex presidente Raúl Alfonsín dijo ayer que confía en que Lavagna alcanzará 30 por ciento en las encuestas, cuando formalice su candidatura presidencial para el 2007, y remarcó que, “sin dudas, tiene que ser radical” el vicepresidente de la fórmula.