El Tribunal Constitucional (TC) de Ecuador no admitió ayer a trámite la solicitud del presidente del Congreso, Jorge Cevallos, para dirimir el conflicto entre el Legislativo y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), originado por la convocatoria a consulta popular para constituir una Asamblea Constituyente.
Cevallos pidió al TC dejar sin efecto la resolución del Congreso por la que se sustituyó al presidente del TSE, Jorge Acosta, y la posterior del órgano electoral por la que fueron destituidos 57 diputados opositores del Legislativo. De este modo, se mantiene la situación de tensión en el país, en la que el Gobierno apoya al TSE y considera que el Congreso debe seguir funcionando con los diputados suplentes de los que fueron destituidos por el órgano electoral.
PROTESTAS.Mientras tanto, varios cientos de personas, partidarias de la Asamblea Constituyente y contrarias a la mayoría parlamentaria, se han congregado frente al Congreso y reclaman el desalojo del edificio. La concentración se produjo mientras el presidente del Legislativo suspendía la sesión del pleno convocada para ayer, por considerar que había una situación de emergencia y buscando la tranquilidad dentro de la crisis política que vive Ecuador.
En la sala del pleno, donde se pasó lista a los diputados, tanto a los destituidos por el TSE como a los no cesados, estaban presente 24, incluido Cevallos, lo que, en cualquier caso, no permitía instalar la sesión, ya que se requiere un quórum de 51, la mitad más uno de los 100 miembros de la cámara.
Al menos cuatro personas sufrieron lesiones de diferente consideración en los incidentes ocurridos dentro y fuera del Congreso. Entre los lesionados hay dos diputados destituidos, un policía y un hombre que presentó heridas en un brazo y en una pierna. Quien resultó más grave fue el diputado destituido del Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAN) Hugo Romero, quien –según el jefe de la escolta legislativa policial– cayó accidentalmente de un muro al entrar con violencia en el recinto del Congreso.
La diputada del PRIAN Silka Sánchez desmintió a gritos al jefe policial y dijo que Romero, quien tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro médico, había sido agredido por la policía. El diputado Édison Chávez, del Partido Sociedad Patriótica (PSP), compareció en la calle con un parche en el ojo y aseguró que había sido agredido.