Sus gags y canciones tan populares como “Hola, don Pepito” o “Susanita tiene un ratón” marcaron la infancia de varias generaciones. Junto a sus hermanos Gaby y Fofó, Miliki fue uno de los emblemáticos “Payasos de la tele” que se convirtieron en todo un fenómeno social en la década de los 70. En la medianoche del sábado, una neumonía acabó a los 83 años con la vida de Emilio Aragón Bermúdez.

Su destino de cómico, cantante y payaso parecía marcado desde que nació, el 4 de noviembre de 1929, en Carmona (Sevilla). Era hijo del payaso Emig y la bailarina y acróbata Rocío Bermúdez, y sobrino de los también payasos Pompoff y Thedy. Ya desde niño, comenzó a actuar junto a sus hermanos Gabriel (Gaby) y Alfonso (Fofó), con los que realizó varios espectáculos en el Circo Price.

A mediados de los 40, los tres hermanos emigraron a Cuba, donde comenzaron sus primeras incursiones en televisión. Pronto, sus programas alcanzaron un gran éxito en varios países de Latinoamérica, entre ellos Venezuela y Argentina. Allí se instalaron ya en 1970, lograron una enorme popularidad con “El show de Gaby, Fofó y Miliki” y rodaron su recordada película “Había una vez un circo”. Dos años más tarde, regresaron a España.

Su gran salto a la fama tuvo lugar en 1973, cuando se convirtieron en los conductores del emblemático programa de televisión “El gran circo de TVE”. “Los payasos de la tele”, como se los conocía entonces, fueron autores de canciones que hicieron historia, como “La gallina turuleca” o “Cómo me pica la nariz” y de frases que pasaron a formar parte del habla popular, con sus “barbaridades muy bárbaras” y, especialmente, su “¿Cómo están ustedeeeees?”

La saga familiar continuó sacando sonrisas con las incorporaciones, a veces esporádicas, de Fofito y Rody (hijos de Fofó) y Milikito, que posteriormente se convertiría en el actor, cineasta, cantante y empresario Emilio Aragón (hijo). Cuando el grupo se disolvió, a mediados de los 80, Miliki formó un nuevo tándem con su hija Rita Irasema, con la que grabó varios discos como “El flautista de Hamelín” o “¡Superdiscoguay!” y regresó a la televisión en los años 90.

Incansable, ya con el pelo blanco en lugar de su peluca rubia pero manteniendo intactas sus ganas de hacer reír, se hizo con un Grammy Latino en 1999 por su disco “A mis niños de 30 años”. Repitió galardón un año después por “¿Cómo están ustedes?”, que también fue disco de platino. Hoy, muchos de aquellos niños que merendaban frente a la televisión con los payasos de los 70 lo recordaban en las redes sociales.

“Se nos fue un amigo, se nos fue Miliki.. Mi corazón de niño llora y mi corazón de hombre …”, escribió en su Twitter el cantante Alejandro Sanz. “La gente que se muere vive en el recuerdo de las personas a las que hicieron felices. Larga vida a Miliki”, añadió por su parte el actor y cineasta Santiago Segura, mientras que el televisivo Andreu Buenafuente se despedía con un “Descanse en paz uno de los mejores artistas que he tenido el honor de conocer: Miliki”.

Mañana, en la intimidad, tendrá lugar el entierro de este renovador del circo y defensor de la risa, también como embajador de UNICEF España, que fue galardonado entre otros con el Premio Nacional de las Bellas Artes. Un adiós por el que muchos harán hoy suyas las palabras que escribió el actor José Corbacho en su Twitter: “Si hoy me preguntaran: ‘¿cómo están ustedeeees?’ Respondería: ‘Triste’.”