Fenix, bautizado Fueguito. Y el hombre acusado en la causa, Ricardo Mason.

Finalmente, la muerte de Fénix, el perro rociado con un líquido inflamable y luego quemado para expulsarlo de la puerta de una casa a fines de octubre de año pasado no tendrá hoy su juicio oral y público en el Primer Juzgado Correccional, a cargo de Orlando Vargas, como se había fijado. 

Estaba previsto que el proceso oral se iniciara a las 9, pero la defensa del acusado, el ingeniero Ricardo Manson (49), pidió la suspensión luego de un cambio de abogado e hicieron lugar.

De todas formas, no todas fueron noticias negativas para aquellos que aguardaban el inicio del debate por la muerte de Fueguito, como lo bautizaron cariñosamente: trascendió que la defensa propuso realizar un juicio abreviado, que es aquel donde el imputado reconoce el delito y pacta una pena con la fiscalía, para terminar con la causa que se inició el 27 de octubre. 

Si bien todavía no se determinó la fecha, es posible que se desarrolle antes de que termine el año. 
Para los organismos que luchan por los derechos de los animales en la provincia, que participaron como querellantes en el expediente –Asoreva, con Oscar Mellado a la cabeza y la Sociedad Protectora de Animales, representada por Ulises Morales y Sergio Carreño–, no fue una mala noticia, porque el caso terminará con una condena. 

Manson intentó frenar el desarrollo del debate desde un principio. Solicitó la probation –suspensión de juicio a prueba– pero se la negaron y luego requirió aplazar el inicio del debate.

Lo cierto es que el caso se terminará cerrando cuando el acusado reconozca el delito y lo condenen a penas que van desde los 15 días al año de prisión.

Fueguito murió dos días después de haber sido quemado en calle Azcuénaga. El caso estalló y tuvo repercusión nacional.