Con bombos, martillos de acero que golpeaban en pesados hierros y fuertes aplausos, los trabajadores judiciales realizaron ayer una ruidosa protesta en los pasillos de Tribunales provinciales, que tuvo como finalidad hacer ver a los jueces de la Suprema Corte y al Ejecutivo de la provincia el malestar generalizado que existe por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo. El secretario general del gremio que nuclea a los trabajadores del sector, Carlos Ordoñez, explicó que el reclamo se realizó principalmente para hacer notar las condiciones de trabajo.

    “Lo único que se está logrando es que nuestros compañeros se enfermen cada vez más. Por esto, exigimos que se tenga respeto por la carrera judicial”, lanzó. Asimismo y a través de la protesta generalizada, Ordoñez agregó que se necesita de manera urgente que los salarios sean dignos y que se blanqueen todos los adicionales.Desde el gremio denunciaron a la prensa que la Suprema Corte se negó a cumplir con el temario establecido en paritarias.

    “Están violando los derechos sindicales. Se niegan a discutir temas relacionados a las condiciones de trabajo y con todo aquello que esté vinculado a los aumentos de salarios”, apuntaron. Lo extraño en torno a la situación vivida ayer en el Palacio Judicial es que si bien todos los pisos del edificio adhirieron a la expresión de bronca e impotencia, demostrada entre las 11 y las 11.10 en el cuarto piso, donde están las oficinas de los magistrados de la Suprema Corte, no hubo ningún empleado que reclamara junto a sus compañeros.