Fin de la cuestión procesal planteada. El juicio por el crimen de José Luis Kote Bolognezi, que se está desarrollando en San Martín y había presentado un impasse la semana pasada, seguirá su transcurso normal a partir de mañana a las 9, día que declararán algunos de los últimos testigos. Es que el tribunal conformado especialmente para resolver la recusación contra el presidente del debate, Pedro Carrizo, determinó que fue “improcedente” lo formulado por el querellante Alfredo Guevara el miércoles. La historia del planteo del abogado que representa los intereses de la familia Bolognezi fue muy corta aunque se creía que podría ser extensa.

     La semana pasada, Guevara entendió y solicitó antes del testimonio de una testigo que se debía apartar a Carrizo –juez de la Primera Circunscripción Judicial–, porque “estaba actuando parcialmente y violando el derecho de defensa en juicio”. Esto a raíz del rechazo, de parte del magistrado, a la declaración de la testigo, una perito que analizó y emitió un dictamen durante la instrucción del expediente sobre el trabajo realizado por colegas suyos, quien había sido citada para declarar en el juicio. Por lo expresado por el juez, quien entendía que se iba a realizar “un peritaje de un peritaje”, el letrado recusó al presidente del cuerpo y se temía que el debate se suspendiera por mucho tiempo, ya que si la moción prosperaba, todo lo hecho desde el 19 de agosto iba a quedar en fojas cero.

    Un día después, el jueves, la Suprema Corte designó a una jueza para que integrara el tribunal que debía resolver el planteo. Así, la integrante de la Sexta Cámara del Crimen María Liliana de Paolis fue designada para constituir, junto a Carmen Coronel y José Antonio Balliro –forman parte del cuerpo actualmente junto a Carrizo–, la terna de jueces para solucionar el conflicto. Ayer a la tarde trascendió, luego de las notificaciones que recibieron tanto la fiscal de Cámara, Nancy Lecek, como los imputados, Abdo Girala y Carlos Metralleta Pérez, que el juicio continuaría mañana a las 9, debido a que se había rechazado la petición de Guevara por “improcedente”. Después de que Guevara presentó sus quejas durante el proceso, hubo incertidumbre por lo que podía llegar a suceder.

      Esto porque se podía dar la posibilidad de que si los jueces resolvían que la recusación era válida, el proceso iba a finalizar en la etapa donde estaba para realizarse otro juicio en el futuro, pero con otros jueces. Pero como no prosperó, esto significó que todo continuará como hasta el último día de testimonios, es decir, el miércoles. Cuando se reanude el debate, se esperan las declaraciones de los últimos testigos del expediente. Son alrededor de diez las personas que fueron citadas para dar su versión de los hechos. Para llegar a este número, las partes desistieron de llamar a unos 150 testigos más, aunque sus dichos durante la instrucción serán incorporados al debate.

     Una vez que finalice la ronda de testimonios, el tribunal decidirá pasar a lo que se conoce como la segunda parte del proceso oral, es decir, los alegatos. En esta parte, la fiscal de Cámara dará a conocer sus fundamentos y evaluará si corresponde solicitar al tribunal penas para los imputados. Luego será el turno de la querella. Es más que probable que Guevara sí pida condenas para Girala y Pérez, ya que representa a la familia Bolognezi.

     Una vez finalizado su alegato, le tocará a la defensa exponer el caso. Por fuentes del juicio, también está determinado que los defensores pedirán la absolución de sus pupilos. De esta forma, lo que parecía que podía frenar, una vez más, el proceso por el homicidio del joven Bolognezi, quedó como una anécdota y a partir de mañana, tanto los testigos como los imputados, volverán al debate que sigue conmocionando a la provincia.