El dirigente piquetero Raúl Castells realizó su anunciada Navidad de los pobres en el comedor que el MIJD tiene en el sector porteño de Puerto Madero, donde brindó por la aparición con vida de Jorge Julio López y un próximo 25 de diciembre sin una casa en la que falte comida en Navidad. Pese a sentirse muy dolorido por las quemaduras que sufrió el 12 de este mes en una protesta en La Salada, estuvo desde las 22 hasta la medianoche en el comedor de calle Alicia Moreau de Justo, dijo a Télam el conductor del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD).
“Hay cientos de familias, conjuntos artísticos y una fiesta popular que continúa: el gran evento de las navidades de este año en Argentina –señaló Castells– ha sido la Navidad de los pobres”. El dirigente resaltó que “veinte artistas plásticos armaron un pesebre contemporáneo” y valoró la participación del empresario Huberto Roviralta, quien “con una actitud más que digna, ayudó de mozo para servirle a la gente”. También destacó la colaboración “del rabino Sergio Bergman y un grupo de la colectividad judía, quienes ayudaron a servir las mesas”.
“No hubo ni el menor incidente, pese a que había sidra para brindar, la disciplina fue absoluta”, remarcó. A la hora del brindis, Castells alzó su copa por la aparición del albañil López, uno de los principales testigos en el juicio al ex comisario Miguel Etchecolatz, quien se encuentra desaparecido hace más de tres meses. También pidió que el año próximo “no haya una sola casa en Argentina que no tenga comida para pasar la Navidad”.
Poco después de la medianoche, Castells regresó a la casa de su hermana, en la localidad de Haedo –oeste del conurbano–, quien “es licenciada en enfermería” y le practica las curaciones hasta que regrese al Instituto del Quemado, del cual le dieron un alta provisoria. La celebración fue “espectacular”, dijo a Télam Nina Pelozo, esposa de Castells, quien llegó más temprano que el piquetero al comedor de Puerto Madero.