Mañana, los amantes de la música clásica podrán disfrutar de un nuevo concierto de la virtuosa pianista mendocina Albertina Crescitelli, quien aparecerá en escena acompañada por brillantes músicos invitados como Roque Crescitelli, Pablo Salcedo y Lucas Altamore. La cita es a las 21.30 en las instalaciones del teatro Independencia (Chile y Espejo). De este modo, la concertista de piano se vuelve a presentar este año en el escenario mayor del arte mendocino, en un espectáculo que abarcará diversos períodos de la música clásica, incorporando, además, nuevos estilos como el jazz y el tango moderno. El programa previsto abarcará dos temas de su último disco Claro de luna, nominado a los premios Gardel 2008, y obras clave del repertorio clásico que comprenderán desde Mozart, Debussy, Liszt,Chopin, Poulenc, hasta Peterson y Piazzolla. Antes del magistral concierto, Protagonistas dialogó con la artista mendocina, afincada en nuestra tierra desde hace un año, luego de vivir mucho tiempo en Europa.
    Volvés a la Sala Mayor de los mendocinos, esta vez con un concierto propio que abarcará diversos períodos de la música clásica, ¿cómo será el espectáculo? Estoy muy feliz de poder estar en la escena más importante de la provincia. En el concierto, además de abarcar los diferentes períodos de la música clásica, trato de ampliar nuevos géneros, como es el jazz con Oscar Peterson y el tango moderno con Astor Piazzolla. Esto lo he planificado de este modo porque soy de la idea de que la música es una sola y hay que ampliar el espectro de la música clásica y llevarla al gran público y estoy a favor de romper los límites y las barreras que existen dentro de la música.
    ¿Este rompimiento de límites te llevó a contar con invitados especiales en tus conciertos, algo no usual en nuestro país? La verdad que sí. En Europa, quizás, es más frecuente la presencia de invitados especiales en este tipo de conciertos, pero no aquí. Por lo general se hace un recital de piano solo, un recital de música de cámara, un dúo o cuarteto, pero quise hacer algo novedoso y diferente. En esta oportunidad me acompañarán en escena Pablo Salcedo en flauta; mi padre, Roque Crescitelli, en trompeta y Lucas Altamore en violín. Ellos realizarán obras de géneros completamente distintos como Mozart, Poulenc, Piazzolla, Peterson. Debe ser un gran desafío imponer algo novedoso en nuestra provincia, ¿cómo ha sido la respuesta del público? Lo vivo como un gran desafío, pero yo tengo una muy buena experiencia con mi disco Claro de luna, nominado a los premios Gardel 2008. Este álbum apuntaba a un gran público, incorporando obras muy conocidas dentro de la música clásica. En ese material, puntualmente, no tengo nada de jazz pero sí apunta a la improvisación. Si bien es un disco de música clásica, el contexto del mismo y la compañía por la que lo grabé están muy aferrados a la música popular, lo que me permitió llegar a un público mucho más masivo. Creo que estas nuevas modalidades van a hacer que la música clásica pueda llegar a más cantidad de gente, sacando a la acostumbrada elite de seguidores del género.
     Por supuesto que esto se logra a través de una buena educación, y eso es lo que pretendo hacer desde mi humilde posición de artista. Hace un año que estás afincada en Mendoza y has realizado varios conciertos, ¿sentís que has logrado acaparar la atención de un público diferente del que estabas acostumbrada? En realidad, desde que retorné de Europa, una de mis mayores fascinaciones ha sido dar clases en la Universidad Nacional de Cuyo, casa donde me formé, y educar allí me permite educar desde el lugar de artista. Me encanta lo que hago que, en definitiva, es una sola cosa. La verdad es que es muy poco el tiempo para evaluar si la gente ha aceptado el género o no, no se pueden medir aún los resultados, estos se ven a largo plazo, pero veo que hay muchos artistas locales, como Pablo Salcedo, uno de mis invitados, que están apuntando a cosas novedosas e internacionales. La idea es romper los límites, no sólo musicales sino también geográficos, y para ello ya he previsto para el año que viene un concierto con invitados extranjeros, lo que permitirá descubrir nuevas formas y nuevos modos. La música es la expresión universal del ser.
    Has tenido una experiencia muy importante en Europa y hoy volcás tus conocimientos acá, ¿sentís el reconocimiento? Para ser sincera, me he llevado gratas sorpresas de muchos ámbitos, por ejemplo, haber grabado el concurso para dar clases en la UNCuyo, tengo muchas gratificaciones de mis alumnos y, claro, que también padezco muchas luchas, como desorganizaciones, la falta de apoyo económico que existe para los artistas no sólo en Mendoza, sino también en Argentina. Pero, dentro de todo, los artistas locales me han apoyado bastante, al igual que la prensa. Hay cosas gratas y no tanto, pero siempre estoy con la esperanza de que esto cambie. Mendoza hoy está muy crecida en lo que respecta al ámbito cultural. Siempre digo que nuestra rama es un campo semivirgen y está en los artistas y hacedores culturales sembrar semillas positivas que germinen dentro de un tiempo. No soporto la queja continua, típica de los argentinos, con eso no llegamos a ningún lado.
    ¿Proyectos? Tengo conciertos para el próximo año, tanto en Buenos Aires como en Europa y estoy preparando mi nuevo disco del que no puedo adelantar nada por ahora.