Anahí Esperanza Salcedo sufrió heridas graves al intentar detonar un artefacto explosivo en el cementerio de la Recoleta, tras lo cual fue detenida junto a su pareja por perpetrar el ataque frente al mausoleo del coronel Ramón Lorenzo Falcón, al cumplirse 109 años del atentado anarquista que mató al entonces jefe de la Policía.
Salcedo tiene 33 años y se define como anarquista. Vive en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. Tras intentar poner el artefacto explosivo junto a un hombre, sufrió heridas en el rostro y perdió tres falanges. Una ambulancia del SAME la trasladó hasta un hospital.
En las redes, la joven publica imágenes con el signo de la anarquía y se define como "anti policía". Además, reivindica las figuras de la anarquista argentina Soledad Rosas que se suicidó en Italia y de Santiago Maldonado.
Además, invita a sus seguidores a participar de una festival de cine anarquista y de una serie de "jornadas anárquicas" en las que hay charlas y talleres sobre "autodefensa y combate", "ginecología natural" y "veganismo y anarquismo".
Se define como feminista y critica el patriarcado y a los "anarco machos". Cuestiona por igual a Macri y los Kirchner: los acusa de lucrar con las historias de vida de Santiago Maldonado y Soledad Rosas.
El caso
El estallido se produjo alrededor de las 18 de este miércoles, cuando el servicio de emergencias 911 recibió una llamada informando de una explosión, aparentemente de gas, en el interior del cementerio porteño.
Al recorrer el predio, personal policial advirtió que frente al mausoleo de Falcón había pintadas anarquistas y un caño con apariencia de artefacto explosivo y restos metálicos producto de la deflagración, por lo que se convocó al Escuadrón Antibombas.
Allí se encontró a una mujer lesionada, identificada como Anahí Esperanza Salcedo con quemaduras en el rostro y miembros superiores, por lo que fue derivada al hospital Fernández en una ambulancia del SAME, a la que subió caminando.
Poco después, los efectivos descubrieron que la mujer y Hugo Alberto Rodríguez (38), el hombre que la acompañaba estaban disfrazados, con pelucas y lentes, para evadir las cámaras de seguridad del cementerio.
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