A principios de este año comenzaron las obras de remodelación en el ala norte de la terminal de ómnibus. Decenas de comerciantes fueron reubicados en otros locales y varios se quejan por las nuevas condiciones. Por su parte, el gerente general de Estación Terminal Mendoza, Matías Díaz Telli, explicó que la obra demanda la reubicación y les pidió paciencia.

Tal y como pasó con las remodelaciones del aeropuerto o la calle Arístides Villanueva, los comerciantes pusieron el grito en el cielo por ser los más perjudicados a la hora de “cambiarle la cara” a la terminal de ómnibus.

“Teníamos un local de 24 metros por 4 metros de frente y pagábamos $7.256. Ahora nos mandaron a uno de 8 metros y nos cobran $8.500”, señaló Melania, dueña de un local de encomiendas.

Según la mujer, desde que fueron trasladados hace ya dos meses, los comerciantes han manifestado a las autoridades las malas condiciones en las que se encuentran: oscuridad, inseguridad y, en algunos locales, mal olor por la cercanías a las cloacas.

“Nos notificaron de un día para el otro y tuvimos que mudarnos en 48 horas. Una vez que nos reubicaron, estuvimos varios días sin poder vender porque no teníamos internet”, agregó la comerciante y aseguró que muchos de sus colegas “temen represalias” por contar la situación.

Por su parte, Matías Díaz Telli, explicó que todos los locales afectados del ala norte fueron notificados con anticipación y se les brindó la opcíon de optar por algunos de los otros locales disponibles de acuerdo al público destinatario.

“Estamos obligados a dar un espacios a las empresas que brindan servicios públicos y queremos que todos puedan continuar”, agregó el directivo y adelantó que en las próximas semanas deberán reubicar a otra veintena de locales .

El gerente comercial, Gastón Labari, indicó que la terminal está funcionando con un 40% menos pero que han realizado “el mayor de los esfuerzos” para que todos tengan un lugar.

Con respecto a la seguridad e iluminación, el funcionario aseguró que desde la asunción de la nueva gestión “ha mejorado notablemente” y que se ha invertido en grupos electrógenos y luces de emergencia.

Además, adelantó que la nueva terminal contará con más de 100 cámaras de videovigilancia para reforzar la seguridad, que es una de las quejas habituales de comerciantes y turistas. 

La obra

La logística de remodelación que incluye “tirar todo abajo y hacerlo de nuevo” requerirá alrededor de 1 año por cada sector y, según adelantó, antes de fin de año estará listo el sector norte y volverán a reacomodar a los locales.

El objetivo es que el nuevo diseño se parezca más a un aeropuerto que a las terminales de ómnibus tradicionales, con el fin de brindar mayor y mejores prestaciones, en materia de confort y servicios. Para ello se contempla iniciativas tales como separar la sala de pre embarque de la zona de tránsito común, entre otras alternativas.