Ni la sonrisa de George Clooney ni las abdominales de Cristiano Ronaldo. Científicos de la Universidad de Cambridge han llegado a la conclusión de que es otro atributo lo que realmente hace atractivo a un hombre: unas piernas proporcionadas.

Según publican en Royal Society Open Science, las mujeres prefieren a los varones cuyas extremidades inferiores miden aproximadamente un poco más de la mitad de su altura, ni menos ni mucho más.

Si un estudio de la Universidad de Griffith publicado hace algunos meses aseguraba que a ellas, por encima de todo, les gustan los hombre que lucen una mayor fortaleza física, en esta ocasión los investigadores aluden a la proporción por encima de los músculos.

Los investigadores recogieron proporciones corporales promedio de aproximadamente 9.000 hombres en las fuerzas armadas de los EE.UU. y las usaron para crear imágenes generadas por computación de modelos masculinos sin rostro. Los científicos hicieron los brazos y las piernas de los modelos un poco más largos o más cortos, y luego pidieron a más de 800 mujeres heterosexuales, de entre 19 y 76 años y de diferentes grupos raciales, que clasificaran el atractivo de cada uno de ellos.

En sus conclusiones, los científicos dicen que la longitud de los brazos de los modelos en relación a su altura no parecía importar. Y a las mujeres tampoco les interesaba demasiado cómo el codo o la rodilla dividían una extremidad, aunque sí valoraron algo más que fuera por la mitad. Sin embargo, como ya se ha observado en trabajos anteriores, fueron considerados más atractivos los modelos cuyas piernas eran algo más largas que la mitad de su cuerpo. Si eran más pequeñas o demasiado largas, no tenían éxito. 

“Probablemente (la longitud de las piernas) sea importante porque es un predictor bastante confiable de factores que son relevantes en la evolución humana, como la salud, la trayectoria de desarrollo, la nutrición, etc”, explica Thomas Versluys, autor del estudio.

Quizás, dice el investigador, porque las piernas proporcionadas son una señal más determinante, y más obvia, de la salud de su propietario. De igual forma, la longitud de las piernas se suma a la altura general de un hombre, que también se considera una ventaja en la competencia por una pareja.