La municipalidad de Maipú aclaró que el natatorio público estaba habilitado, tras la muerte de un niño de 4 años en el Polideportivo Nº 4, en la localidad de San Roque.
El director general de Intendencia, Luis Novillo, desmintió que el lugar -ubicado en calle Gutiérrez, entre Flores y Menacio Aguilar- estuviera cerrado y señaló que el intendente Matias Stevanato inició una investigación administrativa interna para determinar las causas del hecho, aunque, en principio, se trataría de un accidente.
Ver también: Un niño murió al ahogarse en la pileta de un polideportivo en Maipú
“Los fines de semana funciona como natatorio, con personal de guardavidas, justamente para evitar que la gente se bañe en los cauces de riego”, dijo el funcionario, quien sostuvo que se trató de un “hecho lamentable y fortuito”.
El caso se produjo a las 15.45 cuando el nene se encontraba junto a sus padres disfrutando la tarde, cuando, al parecer, por una distracción de sus progenitores, la criatura se ahogó en la pileta.
Tras ser rescatado del agua y pese a las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), el menor no resistió y perdió la vida en el hospital Notti.
La causa judicial quedó en manos de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo.
El 8 de enero de 2006, Marcela Sánchez (12) murió ahogada en la pileta del club de la Universidad Nacional de Cuyo, cuando fue succionada por un desague.
Aunque un guardavidas intentó salvar a la menor, el personal del lugar no pudo parar la bomba que hacía desagotar el agua y los intentos fueron en vano.
El cuerpo de la nena fue rescatado 20 minutos después con la ayuda de una manguera atada a su torso (no había sogas) y ya no pudieron reanimarla.
Como responsables de la muerte fueron condenados en 2013 Ricardo Moyano, por entonces director de Deportes; Francisco Illanes, coordinador de la pileta; Marcelo Quiroga, director de Servicios de la UNCuyo, y su hermano Cristian Quiroga, concesionario del natatorio.
Sin embargo, en 2016 la pena fue anulada.
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