Los relatos de lo que vivieron algunos alumnos del Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo no dejan de estremecer a quienes escuchan a los padres de las víctimas hablar sobre las situaciones de acoso, maltrato y la falta de ayuda que recibieron sus hijos por parte de las autoridades.

Los casos por abuso sexual agravado a personas discapacitadas y corrupción de menores que investiga el fiscal Fabricio Sidotti, que ya cuenta con cinco implicados: tres detenidos en el penal de Boulogne Sur Mer, los sacerdotes Nicolás Corradi (82) y Horacio Corbacho (56) y el administrativo hipoacúsico José Luis Ojeda; y dos demorados en la Comisaría N°47, el administrativo y monaguillo Jorge Bordón y un jardinero; suma cada vez más historias que aportan nuevos datos.

Tanto en las denuncias como en el relato de los padres, este miércoles el enfoque estuvo puesto en los directivos, docentes y profesionales de la salud del establecimiento por “no escuchar a los padres que les informamos todo lo que estaba pasando con los chicos”, señaló la mamá de uno de los alumnos hipoacúsicos agudos, de 16 años.

El joven que comenzó a manifestar conductas agresivas desde el 2015, fue derivado por uno de los psicólogos del instituto a un psiquiatra, según contó la mujer. Una vez en tratamiento con una psicóloga que maneja el lenguaje de señas, el chico le contó que no deseaba ir a la escuela  porque sus compañeros “lo manoseaban, le tocaban sus genitales, le decían ‘succioná’, y si no accedía a lo que le pedían lo golpeaban”.

Ante este relato, la psicóloga le indicó a la madre que pusiera al tanto de la situación a las autoridades de la institución. Sin embargo, la mujer que inicialmente habló con la directora de los talleres -horario en el que se producían los ataques-, ésta le negó que esas cosas sucedieran en el Próvolo y sostuvo que los “chicos a esa edad inventan esas cosas”. Por lo que decidió hablar con el sacerdote Corradi –detenido-, pero la derivó con el “encargado de disciplina escolar, Jorge Bordón”.

 

“Bordón me agradeció por contarle lo que le pasaba a mi hijo y me aseguró que ese mismo día iba a solucionar y poner todo en orden. Pero a los días mi hijo volvió a tener sus conductas agresivas y pocas ganas de volver a la escuela. Por lo que recurrí a la apoderada legal del Próvolo. Ella me aseguró que tomaría cartas en el asunto y que me tranquilizara”, contó la mujer sobre lo vivido en septiembre de este año.

Otra de las madres afectadas que realizó la denuncia en la Oficina Fiscal N°15, detalló que por los cambios de conducta, marcas en el cuerpo y temor constante a la presencia de hombres que exteriorizaba su hija de 5 años, decidió enviar notas y reunirse con la directora del instituto.

“Lo único que la directora me dijo fue que mi hija traía las marcas en el cuerpo desde casa. Mientras que el psicólogo y fonoaudiólogo nunca informaron nada de esto”, indicó la madre sobre las conductas de su hija a partir de julio de este año.

Una mujer de Tunuyán mencionó que su hija de 15 años, con hipoacusia profunda, en agosto quiso dejar de concurrir al establecimiento porque “algunos de los compañeros que se albergaban allí, la querían manosear, de hecho, uno de ellos le tocó la cola y una lola. Le mandaban fotos prohibidas y molestaban. Cuando se lo dije a su maestra y luego a la directora, trataron de ‘problemática’ a mi hija. Mientras que el psicólogo no la quería atender”.

Las madres que se reunieron con los directivos, docentes y psicólogos por la situación de sus hijos, coincidieron en que la solución más frecuente que les ofrecían las autoridades eran que los chicos “se albergarán en el instituto, ya que así cambiarían su conducta”.

 

La situación legal de los directivos, docentes y profesionales de la salud

Tras las declaraciones de los padres y sus sospechas sobre el posible encubrimiento de los directivos, docentes y profesionales del Instituto Antonio Próvolo, fuentes del Poder Judicial señalaron que estos últimos serán citados a declarar en los próximos días por el fiscal Sidotti.

En cuanto al pedido de los padres respecto a que la Iglesia sea apartada del establecimiento al igual que los profesionales de la escuela para el ciclo lectivo 2017, desde la Dirección General de Escuelas mencionaron que esa solicitud está siendo evaluada.