Cada 8 de diciembre, millones de personas en el mundo arman el arbolito de Navidad, que ocupa un importante lugar en los hogares hasta el 6 de enero, Día de Reyes. Sin embargo, muy pocos saben el motivo por el qué se eligió esa fecha para hacerlo. 

En realidad hay varias teorías que rodean a la fecha elegida y el motivo de esta práctica tradicional que ya traspasó generaciones y las barreras religiosas. 

Una de las más aceptadas es la que señala que esta tradición proviene de los celtas de Europa central, quienes empleaban árboles para representar a varios dioses.

De manera particular, en invierno celebraban el nacimiento de Frey, su dios del Sol, con un árbol decorado con frutos rojo que recibía el nombre de Idrasil, que significa Árbol del Universo; en su copa se hallaba el cielo y en las raíces profundas se encontraba el infierno.

Fue entre los años 680 y 754 cuando San Bonifacio, uno de los principales evangelizadores de Alemania, entendió que era imposible arrancar de raíz la tradición celta, por lo que decidió adaptarla dándole un sentido cristiano.

Fue así como cortó con un hacha un roble que representaba a Odín y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne simbolizaba el amor de Dios.

Otro mito asegura que los druidas de Europa Central adoraban a sus dioses decorando un árbol que ellos denominaban  “Yggdrasil”. 

Más tarde, la tradición cristiana decoró pinos con frutos y luces que simbolizan la luz de Jesús. Para el cristianismo, las esferas de colores remiten a la manzana del pecado original. 

Aemás de las tradiciones mencionadas, existe una leyenda que involucra a Martín Lutero, uno de los padres de la reforma en el cristianismo. Quiso reproducir la imagen que vio cuando caminaba por el bosque, el brillo de las estrellas iluminaba a los árboles. De esta manera, Lutero cortó una rama y la llevó al interior de su casa.

Hay, también, una historia mundana que se suele escuchar. Una leyenda cuenta que un niño perdido fue recibido por una pareja de ancianos leñadores. El niño no encontró mejor manera de agradecer el gesto que cortando una rama de un pino para que lo sembraran. De ese árbol, cuenta la leyenda, crecieron manzanas de oro y nueces de plata.

Significado del Árbol de Navidad

Los árboles son símbolo de vida que da sustento, sombra y cobijo. Al estar apuntando hacia el cielo, varias culturas los relacionan con lo divino.

El pino navideño evoca en su forma triangular recuerda a la Santísima Trinidad y su perenne follaje verde simboliza la vida eterna.

Significado de las esferas en el Árbol de Navidad

El primer árbol cristiano se decoró con manzanas que simbolizaban el pecado original y las tentaciones, y con velas que representaban a Cristo y su luz. Al paso de los años las manzanas en los pinos navideños fueron sustituidas por esferas que significan los dones de Dios.

La tradición católica señala que el color de las esferas simboliza las oraciones que se realizan durante el Adviento.

  • Esferas Azules: oraciones de arrepentimiento
  • Esferas Plateadas: oraciones de agradecimiento
  • Esferas Doradas: oraciones de alabanza
  • Esferas Rojas: oraciones de petición
  • Estrella en el Árbol de Navidad: debe ir en la punta del pino navideño. Es un elemento muy importante del arbolito de Navidad, pues representa la fe que debe guiar la vida de los creyentes en Cristo. Evoca la estrella que guió a los Magos hasta Belén.

Significado del Nacimiento Navideño

El Árbol de Navidad debe ir acompañado de un Nacimiento navideño. El origen de esta tradición se remonta al año 1223, cuando San Francisco de Asís ideó los también llamados pesebres.

Esta práctica se difundió entre los laicos y se volvió muy popular, pues se trataba de una costumbre propia del clero.

¿Por qué el 8 de diciembre?

Hace más de 200 años que se instauró la tradición navideña en Argentina. El primer árbol data de 1807, construido por un irlandés en una plaza pública. Había llegado a América Latina proveniente de Estados Unidos y decoró el pino de acuerdo a la costumbre arraigada en su país de origen. 

Circulan varias leyendas que intentan explicar el motivo de la fecha pactada. Varía de acuerdo a cada cultura. 

Con la llegada del cristianismo, la leyenda se readaptó. La tradición se ajustó al nacimiento de Cristo. El árbol original emergió como una representación del amor de Dios y la vida eterna. Su forma se la debió a la Santísima Trinidad y la decoración que hoy se ve también tiene su sentido.

Las pequeñas bolas de colores, por ejemplo, simbolizan las manzanas del paraíso que habitaron Adán y Eva antes de cometer el pecado original. Por su parte, las luces también tienen su relación ancestral, ya que representan velas, la luz de Cristo, el vínculo de unión entres las familias y las personas.

El 8 de diciembre de 1854, Pío IX advirtió que, al momento de nacer María, la madre de Dios, fue preservada del pecado original. Por ese motivo, la fecha fue proclama como el Día de la Virgen Inmaculada Concepción, también el día del armado del árbol navideño.